lunes, 19 de febrero de 2007

A lo que hemos llegado...




24 millones de discos después, ahora Britney ha terminado en ésto: una pobre criatura patética que sufre una espectacular y muy pública crisis nerviosa en un salón de belleza de segunda en Tarzana (California); colocada hasta la peineta con jarabe para la tos y sin rastro alguno de sus dos infantes (botados con alguna nanny), ni de sus padres, que están muy ocupados llevando cheques al banco mientras esta émula del Tío Lucas baila tan rápido como puede.

Minutos después, con la cabeza a rodilla y trastabillando, salió a confrontar a los paparazzi, gritándoles que "lo hizo por culpa de ellos" y acto seguido, procedió a hacerse diversos tatoos en el cuerpo.

Esta es una de las muchas cosas que me dan mantequilla qué untarle al pan tostado en las mañanas y ni hablar, es mi trabajo... pero, ¿siento compasión, lástima o ya de perdida, un mínimo ápice de empatía por esta exhibicionista [en todos los sentidos, no olviden que anduvo enseñando el yoyo hace poco... ahora arriba y abajo están a juego, if you know what I mean.] mediocre, con limitadísimo talento vocal y ahora nula simpatía, carisma o sex appeal?

No. No siento nada.
Ni siquiera la más básica lástima de ver a alguien tocar fondo.

Y no es por inhumano, no.

Es sólo que me pregunto, ¿esta pirujilla tendrá consciencia de que hay un mundo en otra parte?... si no, y si no le importa un carajo lo que le pase a otros (incluyéndome a mi, siendo que ni siquiera sabe que uno existe)... ¿debería importarme?

Examino un poco mi consciencia, trato de elicitar alguna emoción más allá de un momentáneo y arrebolado morbo... y no lo consigo.

O una de dos:

1) Mi proceso Kubrickiano fue un éxito y ya no tengo trabas como la sobrevalorada bondad que me impida vivir mi vida completamente deshumanizado, convertido en un superjuguete para todo el verano.

2)Sigo siendo el mismo, pero mi paciencia con ciertos aspectos de mi entorno -- aunque sea de referencia cutural mediática- ha encontrado (como el infinito, según Mafalda) su límite.

Como sea, ahí les dejo esta imagen que reza; repeat after me: Koo-koo!

5 comentarios:

Anónimo dijo...

britni debería dejar los estupefacientes. Su vida sería más sencilla y quizás decida dejar la música y dedicarse al noble arte del ganchillo.
Por aquí bien, exceso de curro, pero bien. Me voy el miércoles a madrid a trabajar y me quedo hasta el domingo.
¿Cómo van las maletas?
abrazos

Anónimo dijo...

Jijue....

Pues está café el asunto este de la Britney. Lo triste del asunto es que los medios acuden al espectáculo sin la más mínima intención de ayudar, de guiar o aconsejar, que no es su papel, pero lo exhiben de tal modo que parece un caso excepcional y que, además, se lo merece... cuando en realidad sólo es uno de millones de casos de personas que sufren estos breakdowns...
y que no reciben la más mínima atención de nadie.

Jake

Miguel Cane dijo...

Bèbé:

Todo mundo debería dejar los estupefacientes sintéticos y optar por lo natural. Quizá después de ver los desfiguros de ésta, opten por la alternativa de colocarse más sanamente.

Veo que ya trabajas duro, ¿eh? Nomás no te excedas, fiu.

Les maletes bien. Ahi va todo pues.
Pronto, noticias, Leoncito.

XOXOXO

Miguel Cane dijo...

Querido Jake:

Eso mismo. Por eso, ratifico que no debo sentir nada más que la grima que ya de por sí.

A ver cuándo sale un imitador nacional haciendo lo mismo... porque con la publicidad gratuita que se ha embolsado ésta cosa... seguro no faltará algún lorenzo que salte al ejemplo.

Un abrazo, Jake.

Miguel Cane dijo...

My dear,

No has sido el único. Créeme.

Mil abrazos hasta Ohio.
No estés enohio... :D :D