El día de Hanna
Dice Alejandro Calva que si Hanna es (obviamente) Hanna, nosotros dos (o sea, él y yo) somos sus Hermanas.
Chiste muy Woody Allen, pero que es una verdad como un templo.
Han sido casi veinte años y Hanna se ha convertido en, para todos usos y razones, mi hermana.
No sé si ella podrá decir lo mismo (¡soy un hermano muy chafa!) pero yo sí puedo decir que me siento muy contento de que así sea. No sólo es una belleza (como lo han podido constatar en las fotos que de ella periódicamente he ido publicando) si no que su hermosura interior trasciende a la extierior.
Hannita es un dulce, pero también es una de las mujeres más bragadas que yo conozco. Es bravía como pocas e intrépida cuando hace falta.
La verdad es esta: cuando trato de recordar un tiempo en el que Hanna no era parte de mi vida, aparece, sí, pero se siente como si ella fuera incluso parte de un tiempo en el que no nos conocíamos todavía.
En diecinueve años, nos ha pasado de todo. Hemos visto de todo y dicho y hecho de todo (o casi). Sólo hay media docena de personas en las que confío como en ella. Una es mi madre. De las otras cinco, tres son amigos hombres. Les confiaría (les he confiado) mi vida.
¿Qué a qué viene esto ahora?
¡Ah! Es que hoy es el cumpleaños de Hanna.
¡Es la primera vez que no estoy en su cumpleaños! -- En los anteriores, hacíamos fiesta en su casa y cocinábamos (¡cuántas veces actualicé esta página sentado en su cocina!) y Alejandro y Andrés (que la conocen desde entonces y hasta más atrás) hacían el show (Ven, juglar...) y acabábamos al amanecer, pensando en qué vamos a hacer al año siguiente.
Y así.
Y hoy no estoy.
No me siento culpable ni mal, pero nada más no estoy.
Así que ésta es mi manera de decirle que aquí estoy. Que pienso en ella, que es parte indispensable de Los Bienamados, que la quiero (tú sabes, tú sabes lo que yo te quiero) y así entonces, corro la voz. Hoy es cumpleaños de Hanna. Quien quiera hacerle llegar unas líneas de felicitación puede hacerlo. Estoy seguro de que estará encantada.
Y yo mientras tanto, sigo trabajando, construyendo con palabras.
Pensando en ella.
Chiste muy Woody Allen, pero que es una verdad como un templo.
Han sido casi veinte años y Hanna se ha convertido en, para todos usos y razones, mi hermana.
No sé si ella podrá decir lo mismo (¡soy un hermano muy chafa!) pero yo sí puedo decir que me siento muy contento de que así sea. No sólo es una belleza (como lo han podido constatar en las fotos que de ella periódicamente he ido publicando) si no que su hermosura interior trasciende a la extierior.
Hannita es un dulce, pero también es una de las mujeres más bragadas que yo conozco. Es bravía como pocas e intrépida cuando hace falta.
La verdad es esta: cuando trato de recordar un tiempo en el que Hanna no era parte de mi vida, aparece, sí, pero se siente como si ella fuera incluso parte de un tiempo en el que no nos conocíamos todavía.
En diecinueve años, nos ha pasado de todo. Hemos visto de todo y dicho y hecho de todo (o casi). Sólo hay media docena de personas en las que confío como en ella. Una es mi madre. De las otras cinco, tres son amigos hombres. Les confiaría (les he confiado) mi vida.
¿Qué a qué viene esto ahora?
¡Ah! Es que hoy es el cumpleaños de Hanna.
¡Es la primera vez que no estoy en su cumpleaños! -- En los anteriores, hacíamos fiesta en su casa y cocinábamos (¡cuántas veces actualicé esta página sentado en su cocina!) y Alejandro y Andrés (que la conocen desde entonces y hasta más atrás) hacían el show (Ven, juglar...) y acabábamos al amanecer, pensando en qué vamos a hacer al año siguiente.
Y así.
Y hoy no estoy.
No me siento culpable ni mal, pero nada más no estoy.
Así que ésta es mi manera de decirle que aquí estoy. Que pienso en ella, que es parte indispensable de Los Bienamados, que la quiero (tú sabes, tú sabes lo que yo te quiero) y así entonces, corro la voz. Hoy es cumpleaños de Hanna. Quien quiera hacerle llegar unas líneas de felicitación puede hacerlo. Estoy seguro de que estará encantada.
Y yo mientras tanto, sigo trabajando, construyendo con palabras.
Pensando en ella.
Comentarios
No tengo el gusto de conocerte, pero eres amiga de Miguel y sólo por ello, eres mi amiga también (bueno, si tú quieres jeje) y a los amigos, hay que felicitarlos en su cumple...asi que:
¡MUCHAS FELICIDADES!
Muchos más pero coronados de éxitos.
Abrazos para ti y para Canito.
Davis
Muchas gracias, ayer dormi con una sonrisa en la cara por tu llamada, la primera, y hoy bueno mas que contenta estoy conmovida porque es cierto que mi familia se cuenta con los dedos y tu eres parte de ella, siempre lo diré y si hay que demostrarlo, estoy mas que puesta.
Te vamos a extrañar en el festejo pero sacare fotos, y te contare el chisme completito... ya sabes que olvidare los nombres pero no el delito... un beso y hoy me comere tu rebanada de pastel...
Te quiero
hanna.
PD. Gracias Davis...
Con eso de que es tan guapa y de que es como tu hermana estuve a punto de hacer un chiste choteado y vulgar, pero mejor me abstengo ja ja...
otra vez Felicidades y un abrazo Cane
your devotion is awe inspiring...
xo, kate
pero que barbara , como los buenos vinos esta mucho mas guapa ahora.
Felicidades tardias, pero siempre sinceras Hanna