Ascensor
Estoy esperando el ascensor con dos bolsas del super.
Una mujer muy mayor se acerca lentamente por el vestíbulo marmolino de mi edificio y se planta a mi lado.
Señora Asturiana: Buenas
Miguel: Buenas tardes
La señora mira de reojo las bolsas de la compra: una botella de suavizante, una de detergente, latas de atún (aquí le llaman bonito), una lechuga (¡Dios sabe para qué me compré una lechuga!), aromatizante ambiental (para los closets), una caja de cereal y una botella grande de gaseosa -- mi vicio.
Señora Asturiana: ¿Nuevo aquí, eh?
Miguel: Sí, señora.
Señora Asturiana: ¿Qué piso?
Miguel: Trece.
Señora Asturiana:¡Aaahhh! ¡Doce más uno!
El ascensor llega y la señora, con su viejo abrigo imitación piel de guepardo y zapatos ortopédicos, boca carmesí y rizos suaves color bogavante, se trepa, aprieta el botón y se va. Yo permanezco con mis bolsas en el lobby. Es un ascensor más o menos estrecho y yo soy muy grandote.
Supongo que desde ahora, y por unos tres meses, seré la novedad del edificio.
Comentarios
Ya vas a ver que pronto tendrás a la señora tocando a tu puerta porque se le acabó el azúcar.
Un abrazo
Besos, Miss Ku.
Me la como.
No me la como.
Me observa desde mi refrigerador (nevera).
Es una lechuga siniestra...
Jaja, ahora imagina cuando vaya a visitarte! Mmm, gaseosa!
¿Cuándo haces la maleta, cariño? Aquí ya tienes casa.
Mmmm... ¡Gaseosa!
Los alemanes creo que tienen una palabra que no utilizan mucho que significa algo así como "la silla que viaja".
También una de mis pelis favoritas es "Desayuno con diamantes".
Un beso, Miguel.
Serás la novedad hasta que dejes de serlo (¿?), me refiero, hasta que llegue alguien más a robarte ese título.
Oiga, pásese por mi blog, ya sabe, algo le espera.
Hàgale caso al Mulder...=o)
Saludos Canito, aquì reintegrpandome a la vida bloguera...
Recibì tu correo.
Abrazos.
Empiezo rápidamente a leerlo, ya te contaré mis impresiones, se que lo disfrutaré, pero no me quedaré con las ganas del autógrafo, realmente lo deseo.
TE MANDO UN FUERTE ABRAZO Y UN BESO GRANDISIMO.
Un ascensor por cualquier otro nombre...
Y si te gusta Desayuno con diamantes, es que tienes un gusto insuperable.
Besitos
Me deja usted sin palabras, o como Don Pedro Vargas: (Muy agradecido, muy agradecido, muy agradecido).
Me emocioné mucho. Le contesto con toda propiedad en su blog.
Un abrazo.
No se me olvida.
Te mando muchos besos y hablamos pronto.
Te quiere mucho,
tu hermano.
Se te echó de menos.
Escríbeme o échame un timbre, nomás acuérdate de las siete horas de diferencia.
Mil abrazos.
¡No sé qué decirte! ¿Encontraste el libro en Campeche?
¡No lo puedo creer!
Es algo muy emocionante cuando alguien te dice que ha comprado tu libro. No siento merecerlo, es demasiada generosidad para mí, pero espero que a ti te guste lo que leas.
Un beso grande hasta tu ciudad amurallada... y cuenta con el autógrafo, de todo corazón.
seguro que saldrá bien.
un abrazo.