Se alquila: Chef
Partamos del hecho (y me perdonarán si suena a falta de modestia -- es sólo una declaración de facto) que guiso de maravilla.
No es gracia preternatural; crecí en la cocina de mi abuela María y todos cuantos la conocieron saben que ella era un prodigio para los menesteres de la kitchen. Cuando yo era pequeño y mi abuelo Miguel aún vivía, todos los días la comida era un ceremonial elaborado y algunas veces, hasta espectacular. Así fue como fui aprendiendo el arte de improvisar en la estufa, con los elementos disponibles en la nevera.
No cocino mucho en casa -- a menos de que vaya a recibir visitas- porque no me gusta cocinar platos elaborados para mí solo. La sola idea de lavar todos los sartenes, ollas y platos después me da una pereza pavorosa, así que yo confieso: no lo hago. Pero eso no quiere decir que no sea un buen cocinero, no, no, no (Amy Winehouse dixit).
Anoche pasé por casa de Julián y Coqui, con el plan de hacerla de Paul Bocusse por un día. Llevé mi propia pasta y preparé el siguiente plato: Tortellini en salsa de queso. Comparto la receta, porque es facilísima. Ojo:
A saber se requiere:
1 Paquete de Tortellini [favor de verificar la fecha de caducidad]
1 Paquete de queso estilo Philadelphia
1 Barra de mantequilla
2 Tetra-packs grandes de Nata Líquida (Crema para cocina)
1 Cebolla
Hojas de Laurel
Albahaca
Nuez Moscada
Queso Parmesano rallado
Sal y Pimienta
Gengibre en polvo
En una olla grande se pone a hervir agua. Cuando ésta comience a hervir, se agrega un puño de sal gruesa, media cebolla, Albahaca y las hojas de Laurel. Acto seguido, se pone la pasta a hervir no más de cinco minutos (si se pasa de este tiempo, ya no estará al dente).
En una cazuela, por separado, se pone a derretir la mantequilla. Se le agrega la nuez moscada, sal, pimienta y el queso Philadelphia. Cuando comiencen a derretirse, se agega la nata, todo el tiempo revolviendo con un cucharón de madera. Parte del Parmesano se agrega, para que tome cuerpo la salsa. El gengibre y la albahaca se añaden para dar sabor y aroma.
Mientras la salsa queda, se escurre la pasta en un colador y se deja secar. Se quitan las hojas de Laurel y la cebolla hervida. Acto seguido, en un molde refractario de cristal, previamente untado con mantequilla, se coloca la pasta. Una parte de la salsa se aplica para bañarla y se mete al horno de microondas por no más de cuatro minutos.
Al sacarse del microondas, se vierte el resto de la salsa y se espolvorea con el queso. Se sirve caliente y de inmediato. Puede acompañarse de un vino tinto suave y de pan recién sacado del horno.
Por las caras de alegría y satisfacción de mis anfitriones, creo que fui eficiente y eficaz en poco tiempo y creo que la cena (que fue como plato único) resultó exitosa.
Ergo, se me ha ocurrido una idea. Señora, ¿tiene usted mucha prisa y los invitados están al llegar? Me alquilo como chef. Usted me llama con antelación y yo controlo la cocina, mientras usted se dedica a lo que realmente importa: poner una mesa bonita y recibir a sus visitas como se merecen. No creo que con esto vaya a sacar beneficio ante los demás, más bien creo que es una manera de poner al servicio de vmds mi utilidad.
Que sirva lo aprendido en casa [tendrían que ver ustedes cocinar a mi padre, que para estos menesteres es una sensación, o a mi madre, que lo hace con escasa frecuencia, pero es sumamente creativa] para rendir frutos que sean del gusto de los demás.
Así pues, se alquila Chef. Ya saben dónde contactarme.
Por las caras de alegría y satisfacción de mis anfitriones, creo que fui eficiente y eficaz en poco tiempo y creo que la cena (que fue como plato único) resultó exitosa.
Ergo, se me ha ocurrido una idea. Señora, ¿tiene usted mucha prisa y los invitados están al llegar? Me alquilo como chef. Usted me llama con antelación y yo controlo la cocina, mientras usted se dedica a lo que realmente importa: poner una mesa bonita y recibir a sus visitas como se merecen. No creo que con esto vaya a sacar beneficio ante los demás, más bien creo que es una manera de poner al servicio de vmds mi utilidad.
Que sirva lo aprendido en casa [tendrían que ver ustedes cocinar a mi padre, que para estos menesteres es una sensación, o a mi madre, que lo hace con escasa frecuencia, pero es sumamente creativa] para rendir frutos que sean del gusto de los demás.
Así pues, se alquila Chef. Ya saben dónde contactarme.
Comentarios
PD.-Muy importante, no olvidarse de llevar el pan.
Intentaré la receta en casa.
saludos Mr. Cane