En San Juan
Este fin de semana, vine a ver a mis padres a San Juan del Río, un poblado a 90 minutos de la ciudad de México. Es el lugar donde ellos residen desde que me fui.
Aquí, ellos han puesto un pequeño negocio y una casa modesta, pero cálida. Es su hogar. Ellos están contentos y me siento aliviado de ver que están bien.
Fue un poco impresionante ver la casa de mi infancia, la casa donde crecí, ahora en obra negra: con sus tripas expuestas, sin pisos, sin color en las paredes, sin ninguno de mis recuerdos. Mentiría si dijera que no me importó, porque sí, me importó mucho... y me puse a llorar, ¿qué le voy a hacer? Era mi casa. Ya no lo será más.
Tengo muchos sentimientos encontrados: alegría, desencanto, furia, humillación, ternura... es demasiado y demasiado pronto.
Y supongo que la semana próxima será un poco más difícil... pero es un paso, es una etapa.
Es parte de la hora de crecer.
Comentarios
J.
Aprende a amar tus "nuevos lugares" y a crear tu nueva historia.
Saludos
Arrivederci
Chin.
De haber sabido, me hubiera escabullido como buena fanática acosadora que soy y hubiera aparecido en medio de la calle -muy casualmente- para decir: "Miguel, pero qué sorpresa. Dame un autógrafo".
Mmm, de haber sabido.
Abrazos.