Cartas a casa
Hoy se termina el salón del libro y comienza mi vida real.
Es el primer día que me toca lluvia realmente, desde el amanecer.
Me ha escrito Carolina. Hemos comenzado a extrañarnos -- si bien, yo la echo de menos siempre que no está a mi lado, en esta ocasión no es por un viaje, sino por la estancia en otra parte. La noción de permanencia no me intimida.
Porque mientras le escribo esto a Carolina, ha pasado a saludarme Juan Carlos. Es entonces la sensación de permanencia fuera, pero también de secuencia. Es decir, sólo ha cambiado el escenario y la geografía de los personajes.
Pero el cariño, el cariño sigue siendo el mismo. En casa y en todas partes.
Te quiero, Flaca.
En seguida te escribo.
Comentarios
Un beso, Miguel
Otro beso
Pues es muy posible que en Semana Negra o en la librería Paradiso de Gijón aparezca mi novela este verano.
Gracias por estar. Si pude llegar a ti, ha valido mucho la pena. Yo sé que no todo es borde, sé que hay textura.
Un beso.
Lo estaré.
¿Cuando vendrás a conocer mi terraza?
besos