viernes, 12 de septiembre de 2008

Gato de Cheshire

Siempre envidié su sonrisa permanente.

A veces me gusta pensar que, como sucede con él, si desapareciera, lo que quedaría como prueba ontológica de mi existencia sería una sonrisa.

Me pregunto cómo lo hace.
Tal vez si practico todos los días frente a un espejo lo logre.

La sonrisa, claro (No pienso en desaparecer).

2 comentarios:

Dushka dijo...

Buenisimo dibujo! Mitad cheshire, mitad culto.

Cobayo dijo...

Supóngome que será cuestión de hacer un régimen de sonrisas. Según sé, sonreír -aunque uno no quiera hacerlo- es bueno para el estado de ánimo. Culpe a la PNL si no funciona, no a mí.