Como un tren
que pasa en la distancia.
Como ave al vuelo
lo oye venir.
Párpados enfebrecidos vacilan en alzarse
no reconoce el techo de la habitación,
ni la luz extraña
que se filtra aquí.
No recuerda qué día,
qué hora,
o lugar.
Casi no luz,
excepto la creada
entre sus manos.
En otro lugar
ya está lloviendo.
_______________________
(gracias por)
2 comentarios:
gracias a ti, miguel, por dedicarme un espacio y unos versos tan bonitos.
mil abrazos, buen viaje, buenas fiestas, buen comienzo de año.
Parece tan triste tanto como yo y se que la luz–dolor es el comienzo de un nuevo camino de una soledad acompañada por la esperanza.
darling.
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