sábado, 30 de diciembre de 2006

Otro Proustien.

Cortesía de Lusin, yo juego

7 COSAS QUE MÁS DIGO:
- Sí.
- Pinche.
- Zaz.
- Por favor.
- Gracias.
- Mierda.
- Mola (cuando estoy en España)

7 COSAS QUE HAGO BIEN:
- Dormir a pierna suelta.
- Hacer preguntas.
- Enjoyar elefantes.
- Construir sorpresas.
- Hornear galletitas.
- Escribir cartas.
- Almacenar información aparentemente inútil.

7 COSAS QUE ME GUSTARIA HACER ANTES DE MORIR
- Vivir.
- Publicar de menos una novela.
- Vivir en Roma.
- Adoptar un hijo.
- Comprar una casa.
- Establecer una relación significativa con alguien.
- Aprender a volar.

7 COSAS QUE NO SE HACER
- Conducir.
- Cantar.
- Reparar un auto.
- Dividir.
- Dejar que se me resbalen las cosas.
- Decir lo que siento, aunque sepa que no debo decirlo.
- Tocar el piano (y me habría encantado)

7 COSAS QUE ME ENCANTAN
- Escribir.
- Por consiguiente, leer.
- El cine.
- Subirme a un avión.
- Las jirafas.
- Preparar una dinner party y comprar las flores yo mismo
- Una carta en el buzón, a mi nombre, que no sea factura ni propaganda

7 COSAS QUE ODIO
- Al Peje.
- Los fantáticos religiosos e ideológicos.
- Los vetarros beligerantes.
- La prepotencia.
- La culpa.
- Que me toquen las pelotas.
- Que me hieran (tan fácilmente, además).
- Los timbrazos del teléfono, a las 7 de la mañana.

2 comentarios:

Lara dijo...

Vaya...es la primera vez que dejo un comentario en este blog (y de antemano, me disculpo porque será muy largo).

Realmente no suelo escribir cartas a las revistas, o redactar algo para los muchos blogs que leo (confieso que me gana la vergüenza y lo que menos pretendo es incomodar)...pero esta entrada me llamó la atención por la presencia, nada más y nada menos que...DE LAS JIRAFAS!

Muchas veces he dicho a mis amigos (completamente muerta de la risa...pero de una risa un tanto cuanto nerviosa) que el tener una colección es una manera socialmente aceptada de ejercer un temperamento obsesivo-compulsivo y de ser masoquista.

Lo primero, por esa necesidad, realmente la necesidad de buscar aquello que interesa, hasta en los lugares más insospechados, y lo segundo, porque cuando ese objeto encontrado y codiciado no se puede alcanzar se sufre, realmente se sufre...pero bien que encanta (conozco coleccionistas que son capaces de recordar cada oscuro objeto de su deseo que no pudieron comprar u obtener).

Yo tengo una colección (¿seré obsesiva-compulsiva y masoquista? jajaja todo puede ser), y mi colección es de jirafas.

La inicié un poco por influencia de mi padre, quien posee una magnífica colección de búhos (tendrá ya como tres mil). Desde que tengo uso de razón, recuerdo siempre haber estado rodeada de los búhos de mi papá (en mi casa, algún día tendremos que salir nosotros para que no le falte lugar a la colección...aunque ya desde ahora tenemos bastantes problemas pues casi, casi vivimos como en nidito de amor de infonavit), además de que pronto aprendí las curiosas mañas de todo coleccionista empedernido.

¿Por qué inicié?

Bueno...todo inició por un cuento de Knut Hamsum, llamado "Los esclavos del amor", en el cual, en uno de los diálogos que sostienen los personajes, al autor tuvo la gracia de poner una frase que desde entonces me obsesionó (y fue desde muuuuy chica):

"No contestar es también una contestación"

Tiempo después, tuve la oportunidad de estudiar solfeo. Confieso que en ese momento algo que me obsesionó fue el hecho de que la música está formada por sonidos...pero ¡también por los silencios! (yo sé que es muy evidente, pero en ese momento para mí no lo era tanto).

Y pues...más adelante, ya en la carrera de historia, una maestra me dijo que la memoria se construye con lo que se desea recordar, pero también con lo que se olvida deliberadamente o no.

Las jirafas llamaban poderosamente mi atención...por su silencio (real y aparente), y por ser maravillosas piezas vivientes de ingeniería natural.

En fin.

En mi casa hay jirafas de madera, de cerámica, de cristal, hay peines, tazas, peluches...

Es una pena, no se puede subir una foto.

Muchas gracias por el espacio...ojalá mis palabras no sean una molestia.

También no quiero terminar de escribir sin mencionar que leo tus textos con frecuencia y que de verdad me gustan mucho.

Gracias.

P.D. Ojalá realmente tengas oportunidad de vivir en la Roma, yo estuve por allá y es realmente hermosa.

Lara dijo...

Chin! como que la explicación no quedó muy clara...en fin...no sé que más decir mas que las jirafas me parecen el símbolo perfecto de lo que se dice cuando no hay palabras.

Realmente amo su silencio...Y su apariencia! sus manchas, sus piernas largas y delgadas, su cuello (ah! ese cuento de mi libro de texto gratuito de primaria sobre la jirafa Pompilia que se puso muchos listones de colores en el cuello...que recuerdos)...

En fin, no soy buena con las palabras (como podrás darte cuenta).

Suerte!