lunes, 20 de agosto de 2007

Tengo una vida (y es la única que tengo)


Los últimos días he andado "arrastrando la cobija" y sé que se nota, no me lo tienen qué decir. Sé que se advierte hasta en el blog. Y créanme, en la vida real no es muy distinto.

"¡No me cuentes estas cosas!" me dijo un amigo, al que me encontré en la calle y que es habitual de este espacio, al respecto de mi texto sobre la anhedonia -- "¿Por qué me cuentas esas cosas?"

De momento no le dije nada, pero después pensé... ¿por qué? ¿Y por qué chingados no? No voy a mentir diciendo "¡ay qué bonito es casi todo, tra la la la la la (blah)!". Francamente me sorprendió que me dijera esto (que me dijera algo) pero luego pensé que al carajo. En este espacio siempre, para bien o para mal, he dicho de todo -- qué ordinario soy- y tanto lo alegre como lo triste. Así que sin más ahora escribo lo que pasa justo ahora. En vivo, en directo y a todo color.

Tengo una vida.
Es mía.

Me desperté con esa idea esta mañana. Me senté en la cama y miré por la ventana afuera. Un lunes. El cielo del gris más vulgar. Y luego yo, arrastrando esta tristeza inexplicable (o explicable igual y hasta pedestre) conmigo. Y dije: "Tengo una vida."

Y es la única que tengo.

Me levanté y me puse a limpiar la casa. A fondo. Sacudir muebles, fregar el piso, aspirar las alfombras, lavar la ropa. Limpiar los vidrios, lavar los espejos. Todo el tiempo acompañado de un caudal de música ininterrumpida cortesía de mi iPod. Así, The Arcade Fire, los Eurythmics, Joni Mitchell, Judy Collins y Angélica María estuvieron ayudándome en mis tareas domésticas.

Pues sí. Tengo depresión crónica desde hace muchos, muchos años. Es posible que el trastorno se manifestara desde mi nacimiento y no se diagnosticó hasta que fui casi adulto. Pues ya, lo tengo, es parte de mi vida.

Pero mi vida son muchas otras cosas. Ahora mi vida está aquí y la estoy viviendo.

Me enoja que me cuestionen mis ciclos azul-gris. Sé que sería más adecuado callarme la boca y no mortificar ni a mi familia ni a mis amigos (same difference) con lo que cuento. Pero no puedo callarme. ¿No se han dado cuenta? Yo hablo y hablo y hablo y hablo y hablo. Y no sé cuándo callarme. Y ya no me importa, no voy a agregarle piedras al bolsillo por eso.

Tengo una vida
y es la única que tengo.

Y voy a seguir viviéndola, y voy a seguir haciéndolo. Y seguiré escribiendo aquí, ventilándome tal vez sin pudor o tal vez pese al pudor.

No puedo seguir moqueando por ahí. No es sano. Así que abrí las ventanas, sacudí la casa y seguí viviendo.

¿Por qué me cuentas esas cosas?
Porque tengo que contarlas. Por eso. No tienes que oírlas, aunque no sabes cuánto agradezco que tú (ustedes) lo hagas (hagan). Eso me da sentido, dirección, me abriga. Seguiré contando cosas y trataré que sean más vivas, menos tristonas. Esa es parte de vida, mi función.

Narrar(les) la vida.

20 comentarios:

Cuquita, la Pistolera dijo...

Querido Miguel, ¿qué puedo decir yo? Que así es la vida, con sus altibajos, sus colores, sus oscuridades. Yo, en cambio, me sentí muy identificada con tu texto sobre la anhedonia.
Para saber disfrutar la alegría y la felicidad hay que saber salir de la tristeza.
Estoy en eso.

Anónimo dijo...

Un abrazo Miguel, muy fuerte.

Desde Fair Ithilien, siempre en la frontera con Mordor, pero Fair al fin y al cabo.

Un abrazote desde el otro lado del monitor, ya que ahora no puedo "hacerlo" desde el otro lado del teléfono como antes...

F.

Anónimo dijo...

El incendio consumía todo a su paso: fotografías olvidadas de momentos que creímos inmortales, perfumes de otros tiempos que nos deleitaron, te quieros escritos en servilletas ahora tan ancianas; historias todas tan cercanas al amor pero hermanas del olvido. El fuego todo lo devoró y me sentí libre pero tan solo como el fósforo en mi mano que apagado ahora sólo tiene de compañía el humo de su alma, ya inútil.

Salud y aguante bro!!!

Dushka dijo...

Y quien te dijo que no era sano? No solo es sano, es necesario!

Y, te has dado cuenta que eres metereopatico? Te da tristeza cuando esta nublado...

Anónimo dijo...

Yo también había pensado lo que Dushka, los días grises el ánimo está por los suelos. Vente a "pasar tus vacaciones a Castellón".
Javi a contestado y también se apuntan.
B7s

Lilián dijo...

Como siempre, querido Miguel, es hermoso leer lo que escribes. Hasta cuando es triste, como ahora.
Supongo que muchos se sentirán identificados con la etapa por la que atraviesas. La depresión crónica, en el caso de que sea producto de un desajuste químico, solamente aparece. Pero es parte de la vida, es lo curioso quizás.
Sin embargo, tú sigue contando, que al hacerlo haces felices a muchos.

Anónimo dijo...

El problema es la facilidad con la que en ocasiones nos regodeamos en nuestra propia desgracia, con la que, a veces, creemos que podemos sacar beneficio ante los demás.

Es cierto que este es tu espacio, y perdona que te tutee. En él puedes hacer de tu capa un sayo, pero tu lector, al ser público tu blog, puede opinar sobre lo que cuentas. Te exhibes y debes parapetarte ante las opiniones ajenas. No puedes pretender que nadie se pliegue a tu vida.

Recuerda, el saber popular dice: lo poco agrada y lo mucho cansa. Ciertas historias pueden sufrir lo mismo que sufren las de Paul Auster (al que nombras alguna vez en este espacio): al principio sorprenden, pero cuando cada una de ellas es igual que la anterior acaba aburriendo al lector, sobre todo si son cuitas.

La depresión es dura, pero muchas veces para superarla es necesario, ante la adversidad, esgrimir una sonrisa y decir: estoy bien y tratar de creérselo.

Un afectuoso saludo desde Beijing.

Miguel Cane dijo...

Miss Ku,

Pues poco a poco vamos saliendo. En mi caso, es volverme a trepar al patín y seguir andando. Yo sé que tu caso es más difícil y que va a tomar más tiempo, pero no te olvides de que aquí estamos.

Para todo.

Besos.

Miguel Cane dijo...

Franklin,

Gracias. Yo sé.
Y es mutuo, mutuo, mutuo.

Abrazotes.

M

Miguel Cane dijo...

Bobster:

Y sí. Pero de entre las cenizas del incendio, del cementerio de elefantes (¿recuerdas?) siempre surge algo nuevo.

No es tan pesado aguantar y superar. Lo estoy haciendo sin factores externos y es a veces difícil, pero luego sigues adelante. Con el mundo en llamas alrededor.

Un abrazo, carnal.

Miguel Cane dijo...

Dear Dushka,

Soy ciclotímico: es algo que se manifiesta más o menos cada mes, como ciclos de una rueda de la fortuna. Pero lo bueno es, que lo mismo uno baja que sube.

Ahora mismo, ¿lo ves? Estamos subiendo...

cariños a los dos.

Miguel Cane dijo...

Faraona,

Who knows? En una de esas te tomo la palabra.
Lo que sí es que nos veremos todos muy pronto en la capital y será como en el Moon River.

Be7s.

Miguel Cane dijo...

Lilián,

Gracias.

Finalmente es una manera de comunicarse. Si hace feliz a alguien (del mismo modo en que no hace feliz a otros) yo estoy encantado.

Un beso hasta tu isla.

M

Miguel Cane dijo...

Y ahora, la cereza en el pastel:

"El problema es la facilidad con la que en ocasiones nos regodeamos en nuestra propia desgracia, con la que, a veces, creemos que podemos sacar beneficio ante los demás."

Ese puede ser un problema, Beijing. Pero te aseguro que (en caso de que me conocieras realmente)ni me regodeo ni mucho menos *creo* que *podría sacar beneficio ante los demás* -- la sola noción de eso me parece casi ofensiva, sobre todo porque no es para nada lo que pasa por mi mente cuando escribo, sea lo que sea [tanto triste como alegre].

"Es cierto que este es tu espacio, y perdona que te tutee."

Es mi espacio y es de quien lo lee. ¿Tutearme? Nadie me habla de usted nunca, ni siquiera los extraños. No tengo que perdonarte, al contrario.

"En él puedes hacer de tu capa un sayo, pero tu lector, al ser público tu blog, puede opinar sobre lo que cuentas."

Y no he dicho lo contrario. Efectivamente, hago de mi capa un sayo, del mismo modo en que hago de mi vida un papalote.

"Te exhibes"
Yo diría, me expongo. Es verdad que soy exhibicionista, pero no me gusta como suena.

"y debes parapetarte ante las opiniones ajenas."

Naturalmente. Estoy parapetado ante la tuya ahora, ¿o no? ;)

"No puedes pretender que nadie se pliegue a tu vida."

¿Y en qué momento he pretendido que cualquiera se "pliegue" a mi vida? Perdón, pero me parece una conclusión un poco aventurada.

"Recuerda, el saber popular dice: lo poco agrada y lo mucho cansa."

No lo olvido. Es una calle de doble vía.

"Ciertas historias pueden sufrir lo mismo que sufren las de Paul Auster (al que nombras alguna vez en este espacio): al principio sorprenden, pero cuando cada una de ellas es igual que la anterior acaba aburriendo al lector, sobre todo si son cuitas."

Yo comprendo. Pero lo mismo, no puedo darme el lujo de mentir. Soy un fabulador profesional, pero si las cosas son como son, pues lo siento. Quisiera no aburrir al lector, pero si no puedo evitarlo por X Y o Z razones, es algo que ya sólo queda en manos del mismo.

"La depresión es dura, pero muchas veces para superarla es necesario, ante la adversidad, esgrimir una sonrisa y decir: estoy bien y tratar de creérselo."

Eso y no solo eso, aunque sea verdad. Se requiere de mucho más y algunas veces, no basta. Pero así es como vive uno la vida. Los brotes de desencanto o de depresión son contraparte de los borbotones de júbilo, de las ganas de volar. Es mucho más complejo, como asumo tú lo sabes.

Lamento haberte aburrido si lo hice; no dejaré de ser congruente conmigo mismo por el hecho de ser entretenido. Me encantaría, pero no sería yo.

"Un afectuoso saludo desde Beijing."

Otro, igualmente afectuoso, desde Latveria.

Anónimo dijo...

Miguel :

Hay cosas que no logo comprender, tendria que estar en ti. Eres una persona afortunada, sumamente inteligente, tienes carisma y por lo que puedo leer aqui tienes muchos amigos y bastantes actividades.

Mi unica referencia soy yo en este caso. Solo me conosco a mi a fondo, ni a mi esposa, ni a mi hija ni a algun otro familiar o amigo. Y de todo lo que te dije que tienes y eres creo que en algunos puntos estoy en un nivel inferior a ti. No tengo tantos amigos, mis actividades no son tan variables, no creo ser tan inteligente y menos carismatico. NO HE ESCRITO NI 20 HOJAS COMPLETAS.

Y lo chistoso es que rara ves me deprimo. No se si la cuestion sea quimica, fisica, matematica, natural o que.

Las veces que he estado mas cercano a la depresion (por llamarle de alguna manera) es cuando estuve solo. Y me refiero a solo de pareja. Las amistades o familia lo mitigaban un poco, pero despues era lo mismo.

Cuando tengo pareja (afortunadamente en los ultimos 15 años casi siempre ha sido asi) practicamente no me aguito.

Y ahora que soy Papa menos. Eso me da mucha mas gasolina.

No tengo la verdad ni mucho menos, cada cabeza es un mundo y cada corazon una isla diferente. Pero quizas lo que te hace falta es una compañia mas intima, una con la que puedas contar siempre y con la que puedas quizas compartir todas esas caracteristicas tuyas que puse arriba.

No se.. solo me conosco a mi.Y si por ahi no fuera tu bronca existencia no te preocupes, ya me entretuve escribiendo un rato, ja,ja,

Con aprecio.
Toño.

Miguel Cane dijo...

Querido Toño,

Antes que nada, qué alivio saber que "Dean" no les hizo daño. Estaba con pendiente.

No sé si la cosa irá por ahí. Lo que sí, es que tú sabes que yo te admiro por la entereza demostrada por ti en tu caso particular. Dios sabe que yo me habría derrumbado, donde tú pudiste salir adelante y redefinir tu vida.

Muchos cariños a la beba, que ya debe estar bien grande.

Y gracias, gracias. Siempre alegra recibir afecto de los amigos.

Un abrazote transoceánico,

Anónimo dijo...

TE QUIERO CORAZÓN!!!
Imposible vivir la vida sin un toque de depresión, aveces más aveces menos, pero siempre esta ahí. BESOS

Anónimo dijo...

Miguel: leyendo el mensaje de Toño, a quien también admiro por razones obvias, me quedé pensando en que es cierto todo lo que dice de tí y sin embargo entiendo perfectamente que uno a veces con todo lo que tiene a su favor, se sienta triste.

Más si como tú decías, lo tuyo es una depresión crónica: por más que trates de tenerla a raya, a veces no se puede. Y uno no sabe por qué...

Que sigas viviendo tu hermosa vida, Miguel. Con los azul-grises también, que son parte de ella.

Y... ¿por qué me cuentas esas cosas?
Por nada en especial, claro, o porque sí. O tal vez porque espero que sepas que tus amigos estamos para eso.

Un abrazo
P.

Miguel Cane dijo...

Lorenita de mi vida,

¡Gracias! Estos cariñitos siempre alegran la vida ;)

Y sí. Pero no todo es triste.

Besos. Y cariños al Galle.

M

Miguel Cane dijo...

Queridísima Pe:

Gracias por recordarme que yo también para eso estoy para mis amigos.

Y gracias también, por iluminar un poco más mi a veces turbio entendimiento.

Muchos besos.

M