lunes, 9 de octubre de 2006

Adiós, Scream Queen, adiós




Mala onda: Jamie Lee Curtis anunció que no volverá a actuar.

Lo mismo, esto seguro son buenas noticias para su marido (el director y comediante Christopher Guest, o bien, Lord Haden-Guest) y sus hijos, pero para los fans que cultivó a lo largo de casi tres décadas de carrera, es algo que sí entristece.

Bueno, un poquito.

Heredera de Tony Curtis y la inmortal Janet Leigh [de quien ciertamente sacó ese excelente par de pulmones que le fueron tan útiles al principio de su carrera], la Curtis se distinguió siempre no sólo por su físico tan particular -- alta, muy delgada, atlética y a la vez con generosos atributos, aún sin ser una belleza que parara el tráfico- sino también por su especial sentido del humor y por no tener pelos en la lengua para hablar claro (cosa poco común en Hollywood, donde si eres un hombre y dices lo que piensas, eres un homnre íntegro, pero si haces lo mismo y eres mujer, entonces eres una perra latosa).

De hecho, es a ese pedegree tan especial de provenir de una leyenda del cine de terror, que Jamie debe su carrera ... y nunca ha negado la cruz de su parroquia. ¿Quién podría olvidar esa escena en que su madre es convertida en picadillo en la ducha de la habitación 1 del Bates Motel?

Los alaridos de Janet hallaron eco una generación más tarde en su hija y siguen reverberando hasta nuestros días.

Por supuesto, John Carpenter siempre fue un cineasta visionario en su momento (aún cuando no sabía que lo estaba siendo) y no sólo dio una carrera sólida a la flacucha jovencita que lanzó en rol protagónico en su ya casi mítica Halloween (1978) sino que además ayudó a inventar un género que hasta hoy sigue dando cuchilladas y derramando sangre en pantallas -- claro está, es el género del Psycho Killer o también conocido como Slasher Film-, gracias a la inmoderada serie de secuelas e imitaciones que generó (Viernes 13, Pesadilla en la Calle del Infierno, etc, etc, etc...)

En esa película, Jamie Lee Curtis hace de la célebre Laurie Strode, personaje hoy de culto, que es, a primera vista, una muchacha igual que todas: preparatoriana estudiosa, modesta, juiciosa (en comparación con sus dos cuatitas Lynda --P.J. Soles- y Annie --Nancy Loomis-, par de güilas post-adolescentes cuyo gusto por bailar el Mambo Italiano las lleva a convertirse en fajitas) que ha amasado una fortuna con su carrera como cuidadora de niños en su vecindario de clase media acomodada, en los suburbios de Chicago. Para ella, hacer de canguro durante la noche de brujas es lo más normal. Pero no sabe que al amanecer el día de todos los santos será la única de su grupito de amigas que sigue con vida, después de un brutal encontronazo con ese boucher invulnerable conocido como Michael Myers.


Después del hitazo, la actriz encontró un nicho como exitosa Scream Queen (de hecho, el término se acuñó para ella) en una serie de películas de terror de mediano presupuesto de las cuales lo único notable era su participación. Por fin, hacia 1982, harta de tanto grito, Jamie se decidió a examinar las posibilidades de la comedia con Trading Places (con Eddie Murphy y Dan Aykroyd) y de ahí surgió una nueva y brillante carrera, que se coronaría con trabajos como Un pez llamado Wanda y Mentiras verdaderas, que le sirvieron para demostrar que las suyas eran muchas facetas, gozándola en comedias como Viernes de locos o cintas intensas como el thriller de LeCarré El Sastre de Panamá.

Además, Jamie se reveló como una estupenda autora de libros para niños y esta carrera alterna le atrajo muchos más admiradores (aún si estos no pasaban de los siete años). Es por lo mismo que, ahora que ha presentado su cuarto libro, Jamie ha hecho oficial el anuncio de que su carrera como actriz ha terminado, para dedicarse a la familia y a escribir.
Pues vaya; qué afortunados hijos y qué afortunada la literatura para chicos -- personalmente, la extrañaré en pantallas, aún si sé que siempre, un momento aterrador y memorable de mi vida siempre volverá a través de sus alaridos de horror cada vez que coloque en mi DVD la película de Carpenter y comience a sonar el tema musical tan característico que la distingue.

Y así, como aparece por primera vez, fresca y hermosa, a punto de descubrir la puerta de lo inimaginable (igual que su madre tras una cortina de plastico) es que quienes la queremos, la recordaremos siempre, pálida y temblorosa...

... como la juventud.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sabes qué? A mi jamie lee curtis siempre me ha parecido una mujer muy, muy atractiva. Aunque, lo cierto, es que no sé si voy a sentir alguna pena porque vaya a dejar de actuar, porque haciendo memoria no recuerdo ningna película que me haya gustado sobremanera y en la que aparezca ella.

abrazos

Miguel Cane dijo...

Eres un picarón...

...¡te gustan las maduritas, ye pillín!

Te mando mil abrazos, querubo.