martes, 4 de marzo de 2008

Diez (II)

Siguiendo con el juego de las tres listas de 10, aquí está una lista de diez momentos extraordinarios que he guardado en mi vida (aunque algunos tengan que ver con mi trabajo). Son muchos más de diez, y podría compartirlos todos, pero sólo pongo los primeros que me vienen a la cabeza, sin ningún orden en particular.

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1.- Salir de la estación de Santa Luzia, en Venecia, para encontrarme cara a cara con el Gran Canal (me quedé sin aliento).

2.- La entrevista con Oliver Stone que acabó en cena y borrachera, en Nueva York.

3.- Mi primera noche en Madrid. El 7 de julio de 2004.

4.- La presentación de Íntimos Extraños en México DF.

5.- La presentación de Todas las Fiestas en Gijón.

6.- La primera vez que vi un set cinematográfico (era Dune).

7.- Nueva York, con el parque central cubierto de nieve, visto desde el hotel Plaza.

8.- Cuando llegué por primera vez a este apartamento y salí a la terraza (a Julie le consta).

9.- Sentarme con Liv Ullmann en la Cineteca Nacional, para conversar con ella.

10.- Caminar desde Kensington hasta Piccadilly Circus, cantando Downtown, para hacerme compañía.

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Y muchos, muchos, muchos más.

Ahora, si quieren, pongan sus listas aquí o en sus blogs. Yo regresaré con una más, mañana.

3 comentarios:

Emilio dijo...

Maldito Cane, tienes una vida de rockstar: agarrando la jarra con Oliver Stone, conversando con Liv Ullman...
Una de los mejores noches de mi vida fue en mi cumpleaños número 20, una noche de juerga en París con una mujer mucho más grande que yo: fuimos a cenar al Balzar en la rue des écoles, después a otro lugar y terminamos en un bar de jazz muy tarde, a las 4 ó 5 de la mañana. Un bar al que regresé años después para descubrir -muy triste-que ya lo habían cerrado.
un abrazo
en un par de meses me recibo como licenciado. Voy a planear todo para que esa noche sea una de LAS noches.

Viviana en vivo dijo...

Entre mis momentos, desde luego están los nacimientos de mis hijos.

Otro significativo fue la primera noche que volví a dormir sola.

Cuando regresé a mi antigua escuela como maestra.

Cuando me sentí adulta frente a mis padres.

En fin, hay muchos.

Besos

Anónimo dijo...

Duneeeeeeeeeeeeee, y esa magnifica cama-falda.
;)