viernes, 25 de abril de 2008

Age of Consent

Me percaté recién que ayer fue un cumpleaños 18.

El paso a la mayoría de edad.

No me refiero a una persona, o a un momento, si no a un libro. Uno de mis libros favoritos, un poemario modesto en aspecto (aunque hermoso en diseño), que a título personal me ha resultado una revelación, una inspiración e incluso, una influencia.

El libro se llama Trampa para Niebla. El autor es un querido amigo mío, que ustedes conocen por Jack (aunque su verdadero nombre es Juan Carlos Gea).

Su primer hijo literario -- tiene más, en un canon estupendo, y esto no lo digo solamente yo- apareció en su natal Albacete un 23 de abril (Día Internacional del Libro) de 1990. Sé, de cierto, que fue uno de los grandes momentos de su vida hasta ese punto y el contenido del libro lo justifica.

Cuando yo llegué a la película, el libro estaba fuera de prensas, y mi amigo lamentaba su desaparición como inconseguible. Pero ustedes ya me conocen, soy muy necio y muy pertinaz e imprudente y bestia, así que me convertí en un Detective Salvaje, para encontrar algún ejemplar, poniendo a funcionar todos mis contactos.

Finalmente, al cabo de algunos meses, apareció un ejemplar en Londres. Su hallazgo me resultó como una especie de triunfo personal -- no se me ocurre un símil para describir mi satisfacción pero es muy posible que ustedes me entiendan.

Tengo mi ejemplar de Trampa en casa. Lo cuido como oro en paño. Es de esos libros que no salen de mi casa por ningún concepto, y está en la estantería de mis favoritos. Sólo muy de vez en cuando lo leo. Es un libro que permanece casi virgen; no ha sido tocado por tinta.

Me alegra que a los 18 siga siendo tan fuerte, vigoroso, bien timbrado y lleno de aristas, como cuando fue componiéndose, poco a poco, dedicado como está a una cierta sublime heroína (y su sombra).

Así que lo celebro, desde otra orilla del mundo, mientras tengo en brazos a Rafael mi sobrino y le murmuro al oído su primer poema con imágenes de mar y arena húmeda, para estimularle un día, cuando sea mayor y sepa qué es la poesía, esta sórdida vendimia (que es la memoria).

Felicidades, poeta.
Your work spreads.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Texto delicioso,,,

Y felicidades a Jack por ese hijo poético que recién llega a la mayoría de edad.

Desde acá, del otro lado del monitor, un saludo y una felicitación a ambos: al poeta y al cazador de poemas (también poeta, claro) y ambos amantes y Críticos de cine (sí, con C mayúscula).

Su amigo en el mundo virtual y desde la ciudad de la nube negra,,,

,,,

V dijo...

En cuanto a mí respecta...el nebuloso del poemario...trava toda espectativa de un buen poema...


Y en cuanto a mi concierna...da hueva escribir correctamente...licenciado...vengan esos very high five por entablar tan buen post en cuanto a Gea...y ni más que agregar...sufra de un buen fin de semana...



¡Saludos!

Anónimo dijo...

Muchísimas gracias. Ni siquiera yo me había dado cuenta de que tenía un hijo mayor de edad en casa.

Ya sabes que los escritores concedemos la carta de emancipación justo en el parto...

Pero, sí, está hecho un mocetón. Y tiene padrino.

Abrazos.