martes, 15 de abril de 2008

Así, ahora.


Y de pronto sucede que te das cuenta de que estás bien. Que estás sano. Que emocionalmente estás sano. Integrado. Adaptado. Contento. Vigoroso. Relajado al fin. Que la vida es lo que te ha tocado y no otra cosa. Que aceptas lo que tienes y no quieres lo que no tienes. Que lo único que podrías llamar 'problemas' los arreglarás eventualmente, con dinero. Y que sólo son cosas materiales. Pero que tu espíritu está sano. Que incluso tu niño interno está repuesto y puede correr por la arena húmeda mientras te paseas por la playa en la noche, bajo la luna.

Te das cuenta, así, ahora, que todo es bueno. Todo sucede. Que la carrera desenfrenada del año pasado ahora es un impasse. O una anacrusa (la música viene después del silencio). Tienes tus rituales: trabajo, vida. Duermes bien, respiras bien. No hay ansiedad, por primera vez en tantos meses. No hay sufrimiento. No existe. Quemaste las naves y los puentes, pero no fue en vano.

Tú estás aquí.

6 comentarios:

g. neidisch dijo...

Aguas...

Cuquita, la Pistolera dijo...

Qué rico sentirse así ¿no?
Saludos

Dushka dijo...

EXACTO!

Patricia dijo...

Qué bien! un consejito, deja que Audrey esté con su mamá al menos hasta las tres meses, un truquito para que sea una perrita más estable, tranquila y obediente y feliz.

Addalina dijo...

Por una vez, como dices, es como un milagro sentirse así, darte cuenta que a pesar de mil cosas "tu espíritu está sano".
Lo malo son los virus que le andan al rededor y pretenden enfermarlo, con odio, rencores, miedos!!!
Sin embargo, son como pequeños resfríos, que se eliminan pronto, claro, si queremos y ponemos de nuestra parte, de lo contrario nosotros mismos podemos convertirlos en tremendos padecimientos mortales y entonces ya nada nos puede sanar.
Tu eres un niño sano, lo transpiras, lo plasmas en cada palabra, en cada letra Cane.
A pesar de tantas cosas vividas no tan queridas, se puede continuar con un espíritu sano como el tuyo.
Yo quiero mi espíritu sano, sin gripes ni alergias.
Siempre es un placer orgásmico leerte.
Besos de hadas.

Anónimo dijo...

No te imaginás cuánto me alegro de leer esto. O tal vez sí, te imaginás; espero que sí.

Disfrutá la sensación, conservala dentro de tí para esos días en que a uno le parece que las cosas andan al revés.

Un beso
Patricia