domingo, 18 de febrero de 2007

Cosas de casados


Un brillante científico y su esposa, decidieron irse de fin de semana a acampar por la provincia.

Al caer la noche, luego de una buena comida y una botella de vino, se fueron a dormir.

Algunas horas más tarde, la esposa se despertó y codeó a su marido:

- Enrique, mi vida, mira el cielo y dime lo que ves

- Veo millones y millones de estrellas, Silvia.

- Y eso ¿qué quiere decir?

El marido pensó durante un minuto y dijo:

- Astronómicamente, quiere decir que hay millones de galaxias y potencialmente billones de planetas. Astrológicamente, veo que Saturno esta en Leo. Cronológicamente, deduzco que son aproximadamente las tres y diez según Greenwich. Teológicamente, puedo ver que Dios es todopoderoso y que somos pequeños e insignificantes ante su poder. Meteorológicamente, sospecho que tendremos un hermoso día mañana, que clareará a eso de las seis... y tí, ¿qué te parece?

La mujer calló durante un minuto y luego dijo:

- Que eres un imbécil. ¡Algún infeliz ratero nos ha dejado sin tienda!

2 comentarios:

Mariluz Barrera González dijo...

Efectivamente Miguel, así es el matrimonio, en muchas ocasiones siento que ando en un canal y josé anda totalmente en otro. Solo que en mi caso es al revés, yo soy la que miro las estrellas dándole todo tipo de significados y el es que se da cuenta que ya nos llevaron la casa de campaña. Me gusto y me ha hecho reirme de mi propia historia.

Un beso.

Miguel Cane dijo...

Querida Mariluz,

¿Qué puedo decirte? El matrimonio siempre me ha parecido algo así como un viaje mágico y misterioso (con venia de los Beatles).

Una sonrisa compartida y un saludo cariñoso hasta la ciudad amurallada.

M