lunes, 28 de abril de 2008

Días pasados por agua

Estos días han sido convulsos. Como vine muy poco tiempo, he estado con la agenda apretadísima, con reencuentros, celebraciones, reuniones, trabajo, algunos contratiempos inesperados (ni hablar de e$o) y todo momento libre al lado de Rafelín, mi sobrín(o).
En Megalópolis, se cae el cielo a pedazos. También ha temblado, y la inseguridad -- una de las razones por las que me fui- sigue rampante. Pero esto no obsta para que esté muy contento. Aunque es verdad que preferiría estar en mi Finisterre -- donde la vida ha seguido sin mí, y no crean, se siente raro-.
Veo el cielo que se desbarata y sigo meciendo la cuna de mi sobrín. Prometo que les contaré cosas de lo que ha ocurrido, pero será cuando el bodoque me de tiempo.
Por mientras, he pasado a engrosar las filas de los adultos que se derriten cuando tienen un recién nacido enfrente y espero que pase la lluvia.

7 comentarios:

Miguel Barrero dijo...

"Viviendo a tu manera en el D.F., donde la lluvia siempre nos sorprende, el futuro se disfraza de presente, si no me buscas puede ser que un día me encuentres..."

Manolo Tena dixit, en una canción memorable.

Cuquita, la Pistolera dijo...

Yo he maldecido esta ciudad los últimos días como nunca.
Aprovecha a tu sobrinito al máximo porque crecen rapidísimo y la próxima vez que lo veas será otro.
Cariños

Anónimo dijo...

"Yo he maldecido esta ciudad los últimos días como nunca."

Voto # 2

,,,

Unknown dijo...

Que bella foto! Tu la tomaste?

hugo dijo...

hey, ya no te he llamado pero me dio mucho gusto encontrarnos. espero que no sea parte del problema la cuentilla pilla esa.

abrazos mojadisimos. h

Anónimo dijo...

Y ya veras cuando dicho recien nacido sea tuyo. Te vas a volver loco.

Te leo siempre que puedo.

saludos!

Toño.

Emilio dijo...

Pinche clima mexicano. Decía Juan Villoro que en el DF experimentamos en un solo día todas las estaciones; helado por la mañana, después puede salir un sol perrísimo, seguido de un chubasco, etc.
Yo no he padecido la lluvia; me escapé unos días a Valle de Bravo (creo que ahora sí soy fresa), razón por la cual ya no pude hablarte.
Seguimos leyéndonos.
Un abrazo!