Estos días han sido convulsos. Como vine muy poco tiempo, he estado con la agenda apretadísima, con reencuentros, celebraciones, reuniones, trabajo, algunos contratiempos inesperados (ni hablar de e$o) y todo momento libre al lado de Rafelín, mi sobrín(o).
En Megalópolis, se cae el cielo a pedazos. También ha temblado, y la inseguridad -- una de las razones por las que me fui- sigue rampante. Pero esto no obsta para que esté muy contento. Aunque es verdad que preferiría estar en mi Finisterre -- donde la vida ha seguido sin mí, y no crean, se siente raro-.
Veo el cielo que se desbarata y sigo meciendo la cuna de mi sobrín. Prometo que les contaré cosas de lo que ha ocurrido, pero será cuando el bodoque me de tiempo.
Por mientras, he pasado a engrosar las filas de los adultos que se derriten cuando tienen un recién nacido enfrente y espero que pase la lluvia.
7 comentarios:
"Viviendo a tu manera en el D.F., donde la lluvia siempre nos sorprende, el futuro se disfraza de presente, si no me buscas puede ser que un día me encuentres..."
Manolo Tena dixit, en una canción memorable.
Yo he maldecido esta ciudad los últimos días como nunca.
Aprovecha a tu sobrinito al máximo porque crecen rapidísimo y la próxima vez que lo veas será otro.
Cariños
"Yo he maldecido esta ciudad los últimos días como nunca."
Voto # 2
,,,
Que bella foto! Tu la tomaste?
hey, ya no te he llamado pero me dio mucho gusto encontrarnos. espero que no sea parte del problema la cuentilla pilla esa.
abrazos mojadisimos. h
Y ya veras cuando dicho recien nacido sea tuyo. Te vas a volver loco.
Te leo siempre que puedo.
saludos!
Toño.
Pinche clima mexicano. Decía Juan Villoro que en el DF experimentamos en un solo día todas las estaciones; helado por la mañana, después puede salir un sol perrísimo, seguido de un chubasco, etc.
Yo no he padecido la lluvia; me escapé unos días a Valle de Bravo (creo que ahora sí soy fresa), razón por la cual ya no pude hablarte.
Seguimos leyéndonos.
Un abrazo!
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