Manos limpias

A mí no me educaron así.
Pero también sé, que he hecho cosas que a ojos de muchos podrían ser reprobables. Que he sido posiblemte hasta cruel, donde ciertamente no debería, puesto que mi crecimiento como persona no estuvo exento de esa inevitable exposición a la crueldad ajena.
No hay mucho que pudiera decir para justificar estas acciones en las que esporádicamente he incurrido, e incluso, hay algunas de las que sinceramente me arrepiento. Hay otras de las que no.
Hay algunas, de hecho, de las que no me voy a arrepentir nunca.
Crecí con un cierto cúmulo de valores, que para bien o para mal, son míos.
Soy protector de los míos. Podrán estar pletóricos de fallas -- finalmente, no somos dioses, sólo somos seres humanos, hechos de carne y sangre, más de las veces (y me incluyo) con los pies de barro, propensos a cuarteaduras. A mí me enseñaron a ser leal y así lo aprendí. Tuve un buen maestro y sus enseñanzas me siguieron, aún después de su muerte. Podré ser volátil y también, lo sé de cierto, estúpido (con muchas 'u') y necio, pero todo lo que he hecho, hago y haré, lo hice, lo hago y lo haré precisamente por honor y por cariño.
No sé, no sabré nunca, si he sido realmente leal como lo pensaba, pero no puedo detenerme a contemplar ese campo. Eso no me corresponde a mí, no puedo decirlo yo. Lo que sí, es que no puedo permitir el dolor de quienes quiero, sus lágrimas, su pesar. No puedo, porque aunque no esté en mis manos, es algo que nadie debería sufrir y menos aún por la crueldad ajena a la que me refería antes. Para herir (o pretender hacerlo) a los míos, primero hay que enfrentarse conmigo.
En esos casos puedo ser despiadado. Puedo ser feroz.
Pero también puedo, y al hacerlo recuperar congruencia conmigo mismo, apartarme con ánimo, valor y gracia del contrincante vencido.
Y hablando de manos, ahora mismo miro las mías y las tengo limpias.
Mi gente (ustedes saben quienes son, saben que lo son) siempre vendrá antes que el antes y después que de las buenas noches, las gracias, y apague la luz.
No hay mucho que pudiera decir para justificar estas acciones en las que esporádicamente he incurrido, e incluso, hay algunas de las que sinceramente me arrepiento. Hay otras de las que no.
Hay algunas, de hecho, de las que no me voy a arrepentir nunca.
Crecí con un cierto cúmulo de valores, que para bien o para mal, son míos.
Esos valores, quizá hoy totalmente passé, son los que me permitieron aproximarme al mundo; formar mis círculos, que llevo siempre cerca de mí. Valores realmente muy simples, entre ellos, la gratitud y la lealtad.
Así fue como aprendí a amar a mi gente. A cosechar lo que se siembra, así sean rosas, así sean higos, así sean piedras. Pero siempre con el mismo código de honor, quizá anticuado, pero mío. Quien me ha dado su cariño, tiene el mío. Quien maltrata ese mismo afecto, tiene mi resquemor.
Así fue como aprendí a amar a mi gente. A cosechar lo que se siembra, así sean rosas, así sean higos, así sean piedras. Pero siempre con el mismo código de honor, quizá anticuado, pero mío. Quien me ha dado su cariño, tiene el mío. Quien maltrata ese mismo afecto, tiene mi resquemor.
Soy protector de los míos. Podrán estar pletóricos de fallas -- finalmente, no somos dioses, sólo somos seres humanos, hechos de carne y sangre, más de las veces (y me incluyo) con los pies de barro, propensos a cuarteaduras. A mí me enseñaron a ser leal y así lo aprendí. Tuve un buen maestro y sus enseñanzas me siguieron, aún después de su muerte. Podré ser volátil y también, lo sé de cierto, estúpido (con muchas 'u') y necio, pero todo lo que he hecho, hago y haré, lo hice, lo hago y lo haré precisamente por honor y por cariño.
No sé, no sabré nunca, si he sido realmente leal como lo pensaba, pero no puedo detenerme a contemplar ese campo. Eso no me corresponde a mí, no puedo decirlo yo. Lo que sí, es que no puedo permitir el dolor de quienes quiero, sus lágrimas, su pesar. No puedo, porque aunque no esté en mis manos, es algo que nadie debería sufrir y menos aún por la crueldad ajena a la que me refería antes. Para herir (o pretender hacerlo) a los míos, primero hay que enfrentarse conmigo.
En esos casos puedo ser despiadado. Puedo ser feroz.
Pero también puedo, y al hacerlo recuperar congruencia conmigo mismo, apartarme con ánimo, valor y gracia del contrincante vencido.
Y hablando de manos, ahora mismo miro las mías y las tengo limpias.
Mi gente (ustedes saben quienes son, saben que lo son) siempre vendrá antes que el antes y después que de las buenas noches, las gracias, y apague la luz.
Comentarios
pd-salud por Norman.
Te mando una sonrisa, puedes compartirla.
Un besito Miguelón.
Ya te andamos esperando por aquí...
Es hipócrita y muy valiente para hablar de lo que no sabe ni le incumbe, pero un cobarde para afrontar las ofensas que ha hecho.
Se le debería caer la cara de vergüenza y nada de "manos limpias": las tiene llenas de mierda.
Como alguna vez dijo Don José Martí (Pepe Martí, pa' los cuates): "Triste es no tener amigos... pero más triste debe ser no tener enemigos, porque el que enemigos no tenga, señal es que no tiene...
Ni Talento que haga sombra,
Ni Carácter que impresiona,
Ni Valor temido,
Ni Honra que la murmuren,
Ni Bienes que le codicien,
Ni Cosas Buenas que se le envidien".
Además, lo peor de los "anónimos", es que siempre dejan pista de quién son... por lo menos, sabemos que este gris "anónimo", no es Samurai. No cumple con el 4to. Principio del Bushido ("REI" = Cortesía): "Los Samurai no tienen motivos para ser crueles. NO necesitan demostrar su Fuerza. Un Samurai es CORTÉS incluso con sus enemigos. Sin esta muestra Directa de RESPETO, NO SOMOS MEJORES QUE los Animales..."
De modo que, SR. Anónimo, esta no es una defensa gratuita del Sr. Cane. Es una reflexión acerca de sus propios actos y palabras, que traslucen TODO lo que escupe su alma dañada contra otra persona, y que al hacerlo, solamente lo demerita a usted. Si alguien es negro, blanco, prieto, hombre, mujer, "maricón" (jejeje, que pobreza de lenguaje), niño pobre o niño rico, no es algo que eleve nuestra inteligencia usar etiquetas baratas como argumentos de peso. Al contrario, nos retrata como lo que somos: en este caso, pobreza y cobardía espiritual.
¡Qué cansancio!... Sin duda, todavía queda muchísima labor unicorniana que facer para mejorar este mundo.
Con un afectuoso abrazo para to2 (incluido el anónimo: tal vez lo que necesite ud. sea justamente, "afecto") los saluda,
El Unicornio Samurai.
P.D. Doumo ojama shimashita...
(Trad.: Qué pena si lo molesté...).
Curioso y ridículo, simplemente.
"Patética" dice, cuando lo es él, basta verle adorar en un altar, a su "gran amigo", otro cobarde que no le quiere y sería el primero en hacer mofa de su ridículo "cariño".
"Manos limpias", dice pero no le impide exhibir su miseria y suciedad del alma.
Mejor debería pensar en quién ha depositado su amor y en lo poco que lo valoran antes de insultar a quien no conoce.
También se merece lo que le pase o cosechar lo que ha sembrado, que bien señala. Quien vientos siembra, cosecha tempestades.
yo no borraría nada, uno no es nadie sin un buen anónimo que se precie, y éste te ha salido con estilo. un poco tosco, como un grano en el culo, podría esforzarse un poco más, se puede decir lo mismo pero con más clase.
cuídate
un abrazo.
La seleccion de musica siempre me sorprende y Wuauuuu! Lila con esa rola me termino de conquistar, hasta pense que la estaba escuchando en el reproductor de mi casa!
Mis mejores minutos de "acicalamiento" los paso aqui y con Arimou...
Besos!
¡Qué nombre tan raro ese de Anónimo!, seguro que la comadrona cuando lo recogió del suelo dijo ¡¡¡¡Dios Mío!!!! este niño tiene cara de anónimo y así le quedó hasta el final de sus días (y de sus noches).
Otra cosa amiguín, pero no sé porqué me da que este tipo no te votó para el premio de los blogs, ni puñetera falta que hace ¿verdad?.
Buenas noches para tí también (y para los/as lectores/as).
Y, como sé que eres una persona inteligente, también sé que no dejarás que te afecten comentarios de gente intrascendente.
Besotes
Otra cosa: me parece muy chocante que un post que no cita a nadie en concreto provoque reacciones tan iracundas. Alguien ha debido darse por aludido con lo que escribiste, Miguel. ¿Sucedería si no hubiese incurrido exactamente en lo que criticas? No creo que sea mala conciencia. No hay mucha conciencia. Probablemente lo que haya molestado tanto no son tanto tus dardos como el hecho de que seas un testigo de cargo contra alguien que ya no va a poder seguir llevando dobles juegos.
Para tí, mi amistad, mi gratitud y mi cariño. Y un aviso: cuídate de los que te queremos bien. La próxima vez que cenemos, que será pronto, igual hay veneno en la casera. O te tiramos desde el ático. O te rompemos la espalda. De un abrazo como éste.
J.
Lo que ha escrito Jack me ha emocionado mucho. Eso es tener amigos de corazón.
Te mando muchos, muchos besos y espero verte pronto, primo.
Cada vez que aparece un anónimo maldito me acuerdo de aquella vez que me dio por mandar recaditos anónimos el día de San Valentín en una kermesse. Tenía 9 años y ya estaba bastante amargadita. Cuando me cacharon me hice la ofendida.
Anyway, luvly post hon!