lunes, 5 de noviembre de 2007

Sin caballero, no hay dama

Hay ciertas cosas que no soporto.

No son muchas, pero hay algunas que definitivamente nunca voy a aprobar y una de ellas es la actitud de ciertas mujeres (casi todas ellas jóvenes, aunque algunas ya no tanto) que sin pudor alguno se dedican no digamos a coquetear, si no definitivamente a lanzar ya no digamos los proverbiales "tejos" si no la braga completa, cuando un hombre les gusta, sin que les importe para nada el estatus del mismo.

Y más me resultan intolerables, cuando se indignan y se las dan de despechadas cuando el hombre dice "no", aún si lo hace de la manera más honorable y delicada posible.

Que alguien, en especial una mujer que presuntamente podría tener al hombre que ella quisiera y que por una perreta de niñita de cuatro años y medio, hace un papelón espantoso, me parece una cosa horrenda, bochornosa y ultimadamente, ridícula.

La clásica escena de que "ay pobrecita de mí, la amiga con la que vine a la fiesta me dejó sola y no sé cómo voy a volver a mi casa" es más manida que una película de Sandra Bullock, sin embargo, aún hoy, la siguen haciendo y se supone que son personitas pensantes e imaginativas. Y no es que sea muy duro en juzgarlas (a lo mejor lo soy) pero hay detalles que francamente, me parece que están muy por debajo de lo que se podría esperar de una muchacha así: lo hacen por gusto, veo. Eso me estremece -- ¿Será una forma de masoquismo? ¿O simple estupidez?

Cuando yo vivía en México, hubo un tiempo en que estas cosas pasaban mucho, y recuerdo que cuando ocurrían, las podía ver desde diez kilómetros de distancia. Mi Compadre Alejandro, que es siempre jovial y amable, resultaba invariablemente una especie de imán para esta clase de tipas que con la noción de "hombre casado sabe más bueno" se le lanzaban en cenas, reuniones y post-talleres. Era sumamente predecible que hicieran todas las cosas que esta clase de niñas hacen; acaparar desvergonzadamente la atención de su objetivo, comerle la oreja toda la noche y luego, hacerse las indefensas o náufragas, para obtener el consabido ride a casa -- y hay algunas que yo me sé que no se conforman sólo con eso- con miras a "llegar a algo más íntimo".

Mi compa, en eso debo darle crédito, siempre supo torearlas como un diestro.
Sin embargo, hay algunas que no saben retirarse con gracia de la arena.

Cierto es que esto no ocurriría si no hubiera hombres que lo propiciaran, pero siempre he pensado que sin caballero no hay dama y algunas prescinden alegremente de eso, o bien, buscan subvertir la situación para salirse con la suya, y a veces el precio (al menos eso es lo que yo creo) resulta muy alto.

Lo peor viene, cuando a posteriori y casi siempre, con las manos vacías, estas pirujas se ponen dizque dignas y se pasan al bando de las despechadas, soltando su ponzoña de manera verbal a modo de rumores ambiguos y maliciosos o incluso, ahora que existe el Internet, donde los blogs son como las opinones, a su vez similares a los rectos [todo mundo tiene uno], publicándolos a manera de ejercicios escritos, en los que claman que son los mismos hombres quienes vician el alma de las mujeres (!!!!) y de este modo convierten en suciedad y vergüenza lo mejor de sus corazones, cosa que nada tiene qué ver con la realidad.

Esa actitud patética y egocéntrica (por no decir francamente dañada) es la que me provoca una auténtica náusea cuando se manifiesta, como ocurrió hace un par de noches, al oír a una de estas criaturitas soltar una bastante airada letanía pese a ser a toro pasado, sobre el rechazo "camuflado y dulcificado" que había recibido a manos de un hombre al que tachaba de cobarde, que le había dicho que no, pese a que ella literalmente se le ofreció en bandeja de plata en su afán de seducirlo.

Para mi mala fortuna, yo ya sabía la historia a la que aludía esta imprudente con pretensión literaria, apostada en pose de aprendiz de fille fatale en la barra de un baruco local donde fui por casualidad con unos amigos y donde guardé incómodo silencio mientras ella hablaba y hablaba, refiriéndose a ese cobarde que a la sazón es alguien que conozco bien y que me había relatado su versión de la humillante anécdota (aunque esto no lo supo ella, ni lo sabrá), quedando así la muy imbécil ante mí no como flor misteriosa, sino sólo como una pinche vieja ardida.

No soporto la falta más elemental de decoro, tanto como si es el propio, como si es para con terceros. Así que terminé tranquilamente mi whisky y nos fuimos; dejándola ahí como una persona más en el mundo a la que no le tengo ningún respeto (y menos cuando se lo falta a quien sería incapaz de hacer semejante cosa con ella) y a quien, finalmente, no se me da mi regalada gana llegar a conocer.

Ni superficialmente, siquiera.

13 comentarios:

Viviana en vivo dijo...

Yo podría agregar un subtipo de este lindo perfil. La que, sabiendo que una amiga tiene cierto interés por un hombre, se dedica a utilizar todos sus recursos para bajárselo a la amiga en cuestión.

Por desgracia, una amiga cercana tenía este desagradable defecto. Opté por no presentarle a ningún hombre por el que tuviera interés, y permanecer siempre "entre amigas" por así decirlo.

No hay nada peor que una mujer buscona, creo yo.

Anónimo dijo...

Pirujas/rompehogares I say! Luego hacen cochinaditas como contestar el teléfono del sujeto en cuestión cuando el despistado se va al baño y usar expresiones como "te lo robo un ratito". Hacen chistes de la esposa o significant/other y andan en pose de profesionistas-liberadas a las que no quisieron por miedo. Nada, es asco. Ay, como las odio.

Capitan Frio dijo...

Bueno, nada peor que esto... me molesta tanto pensar en este tipo de mujeres -que hasta a los gays tiran la onda- que mejor me voy a votar por este blog maravilloso.

Saludos!

Sebastiana dijo...

Tienen toda la razón! Yo también las odio... es un recurso supercheap! Claro que yo no puedo ni hablarle casualmente a la gente, pero ese es otro asunto!
Agh... pirujas-rompehogares! I must agree!

Unknown dijo...

Jajajaja!
Pero que le vamos a hacer! Las hay en todos lados.
Solo ignorarlas, ni un post le hubieras dedicado, no valen la pena.

Anónimo dijo...

Si es lo que yo digo, hay que dejar de fumar...
¡Fumar mata! (hay que arriesgar menos) ;-)
:D Besazos

CRISTINA dijo...

Tienes razón, Cane, pero me llama la atención que en vez de tomártelo con el humor que te caracteriza, te enfades tanto. Utilizas palabras como: “despechada, horrenda, patética, egocéntrica, naúsea, lanzar la braga completa, pinche vieja ardida...”
Si empleas este tono supongo que es porque el hecho te parece deplorable, pero entonces, lo que no entiendo es que ese hecho sólo lo critiques en mujeres y no en hombres (algunos de esos que hablan de follarse a fulanita y de las tetas que tiene y lindezas así...).

En algún comentario hablan de “rompe hogares”. ¿No será más responsable ante su propia familia un hombre, esposo y padre que la mujer que se acerca a él? ¿Acaso a algún hombre le obligan a hacer algo que no quiera?
Y en cuanto a lo de que una amiga le “quite” el novio a otra, quizás la que se lamenta deba mejor emplear su tiempo en revisar los conceptos de amistad y pareja que tiene y pensar en elegir mejor sus amigas y sus novios.

Pregunto, ¿entre adultos no somos libres de proponer o no y de acceder o no?
Y otra cosa, ¿no será que hay actitudes que en los hombres se perdonan incluso entre sonrisitas y en cambio en las mujeres se juzgan con la mayor severidad posible?

Un beso.

Champy dijo...

Que sientes por Alex Forrest???

Miguel Barrero dijo...

Pero, ¿por quién lo dices? No acabo de pillarlo...

Anónimo dijo...

Aunque la puta se vista de seda, puta se queda.

Anónimo dijo...

Cristina tiene toda la razón. El último responsable de su familia es el marido, si acepta es su problema. La libertad está ahí para usarla según convenga.

Miguel Cane dijo...

A todos:

¡Gracias por su lectura! Fue divertido escribir este texto (aún si la razón no es la más simpática). Sirvió paa más de lo que se imaginan y no me retracto de ni una sola de mis palabras.

A Cristina,

amiga: estoy muy consciente del rol masculino en estos casos y en su momento hablaré de él. Pero en este caso, específicamente, era algo de caracter personal que afectaba a personas cercanas a mí y si la reacción parece visceral es porque muy probablemente lo sea.

Pero, de ninguna manera pienses que sólo veo un lado de las cosas. De hecho, una de las (escasas) ventajas de mi posición en la vida es tener lo mejor de ambos mundos.

A Nihil, aquí no hablo de que el marido acepte. De hecho, el meollo del ardor es que dijo NO. Me alegra que leyeras el comentario de Cristina. Ojalá hubieras leñido también mi texto con más detalle. En fin.

Al anónimo:
No suelo permitir agresiones en el blog... pero en vista de que aquí parece más bien una definición, lo paso... pero no va a hacérseme costumbre, nótese.

Salu2 a to2

Miguel Cane dijo...

Un disparo más.

El Internet es libre.

Por lo mismo, gente como la tipita a la que aludo, puede expresar su amargura como mejor le parece. Sin embargo, cuando lo hace con el propósito de herir a terceros, es donde yo pongo el límite.

Y esta ha causado incomodidad a terceros que están muy por encima de ella. Se merece lo que le pase.

Punto final.