Gajes del oficio
Un pordiosero se acerca a una señora que desayuna en una terraza.
"Señora, ¿no tendrá una moneda que me de?"
La dama le responde, "venga, buen hombre. Mejor le pago el desayuno."
"¡No, por favor!" exclama el sujeto "¡He tenido que zamparme ya tres desayunos y todo lo que quería era una moneda!"
"Señora, ¿no tendrá una moneda que me de?"
La dama le responde, "venga, buen hombre. Mejor le pago el desayuno."
"¡No, por favor!" exclama el sujeto "¡He tenido que zamparme ya tres desayunos y todo lo que quería era una moneda!"
Comentarios