Pues no, damas y caballeros.
La encopetada señora que arriba aparece no es mi tía Isabelita -- o bien, Elizabeth Alexandra Mary Windsor, más conocida para ustedes como SAR la Reina Isabel II (jejeje)-; se trata de la que es hoy por hoy, la verdadera reina del 63er Festival de Cine de Venecia.
Me refiero, por supuesto, con absoluta admiración a la fantabulosa Helen Mirren:
Como protagonista de The Queen, la nueva cinta de Stephen Frears (responsable de dos de mis películas de cabecera: Mi hermosa lavandería y la sencillamente gloriosa High Fidelity), Dame Helen se da camaleónico vuelo interpretando a la pobrecita de mi tía en los días posteriores a que esa plebeya (la tal Diana) se mató en París -- por cierto, ¿saben qué fue lo último que le pasó por la cabeza a esa mujer? ¡El radiador!- y cómo es que, con toda propiedad y haciendo acopio de nervios de acero, tuvo que lidiar con todas las consecuencias que el trágico acontecimiento implicó [léase: el pusilánime de Carlangas, el necio del Tío Felipe, ese oportunista y arribista Tony Blair; cómo explicárselo a los muchachos (William, futuro Rey de Inglaterra y Harry, futuro Rey de los simios) y sobre todo, a la cándida Tía Abuelita (para ustedes, la Reina Madre, QEPD), amén de cómo hablarle del tema al pópulo, que estaba enajenado con la noticia, claro está] y lo hace con una gracia formidable y un talento a toda prueba.
La cinta ha suscitado las mejores críticas de la biennale y se habla de que la Mirren recibirá al fin los reconocimientos que la han eludido, aún si su cuerpo de trabajo -- las inenarrables El cocinero, el ladrón, su esposa y su amante, Gosford Park y Excalibur, por citar sólo algunos de numerosos ejemplos- es simplemente impresionante.
Al menos a alguien le hará justicia la revolución...
Pero me pregunto, ¿qué opinará la tía Isabelita de todo esto...?
Igual le llamo para averiguarlo mientras nos tomamos un tea...
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