¡Viva Doris!/515 de ser La Raza/The Yoyo Show

El blog de este viernes resulta multitemático [¡algo que no había sucedido hasta ahora!] por lo que se divide en tres partes, así que bear with me, please:

1.- Doris Lessing, Premio Nobel de Literatura 2007.

Me siento muy contento de que la Lessing recibiera el premio, antes de que se nos vaya al mundo feliz (sigo teniendo entre mis candidatas perennes a Joyce Carol Oates, pero no pierdo la fe). Se trata de una gran figura de las letras, que es muy poco conocida, o bien, no ha sido comprendida del todo.

Me explico. Mucha gente cree que por haber escrito la saga espacial de Canopus en Argos, Doris Lessing es exclusivamente una escritora de ciencia-ficción, pero no es así. De hecho, su obra es imposible de clasificar y ella misma así lo sostuvo cuando vino a dar una charla a la UNAM en 1993, cuando yo era estudiante de Letras Inglesas -- me firmó un ejemplar de The Golden Notebook-.

Sus novelas son como cajas chinas: una historia dentro de otra y otra más. Posiblemente, su trabajo más ambicioso como narradora sea el ciclo narrativo Hijos de la Violencia, que se compone de las novelas Martha Quest (1952), Un matrimonio convencional (1954), Al final de la tormenta (1958), Cerco de tierra (1965) y La ciudad con cuatro puertas (1969).

Me gusta mucho leer a Lessing. Es una autora poco complaciente, pero enormemente satisfactoria; ganadora de muchos premios -- entre ellos el Príncipe de Asturias, en 2001- y una de los pocos mostres sacrés que quedan en el terreno de la literatura moderna del XX, que vino a ser un parteaguas.

Estoy celebrando por ella... ¡Viva Doris!

2.- La Raza: 1492-2007

Hoy se conmemora el 515 aniversario de la partida de Colón del Puerto de Palos a bordo de La Niña, La Pinta y La Santa María para llegar a la India. Acabó llegando a un mundo nuevo... y supongo que en la posición en que me encuentro, es decir, haciendo el viaje a la inversa, es un tanto irónica.

No me siento de ninguna manera español, más de lo que pueda sentirse una persona que vive en esta ciudad, del mismo modo en que no me sentí nunca particularmente "mexicano". Me gusta más pensar que soy ciudadano del mundo; abomino la idea de envolverte en una bandera, sea de donde sea, para definirte y creo que la patria la lleva uno consigo mismo y que la identidad es el cúmulo de cosas que nos conforman individualmente, no necesariamente una consecuencia geográfica.

Como sea, todos somos uno. Así que, para el que quiera: ¡Felicidades, raza!

Por otra parte, aquí es puente. Todos mis amigos se van de la ciudad... me esperan tres laaargos días.

En fin...

3.- Oops! I did it again (and again, and again)

Britney, o más bien, Breakney ataca de nuevo.

La crisis nerviosa más publicitariamente exitosa de los últimos años [hay que reconocer que esta criatura, con toda su golfería, es un auténtico genio mediático] continúa en vivo y a todo color.

Nuevamente ha sido captada paseando por ahí en Hollywood, rodeada de Paparazzi, indignando a los vecinos, ostentando una horrorosa peluquita y enseñándole al mundo que le gusta andar sin calzones, dejando su yoyo a la vista de todos los mirones del universo.

Por lo visto, no hay reconvención que surta efecto con ella. Ya le quitaron custodia parcial de los dos enanos que tuvo con el ex marido, y se bambolea, inmaculadamente borracha por aquí y por allá. Y esto de andar exhibiendo la cuca ya no tiene gracia... ¡lo hace a cada rato!

Pero ver esta foto de ella enseñando su snatch, me remite a recordar una anécdota que refleja muy bien la actitud hipócrita que muchos adopta(mos)n al respecto.

En marzo, cuando se rapó la cabeza, estaba yo en una comida, y Carmina Rufrancos, entonces mi editora, me preguntó si no se debería todo esto a una depresión post-parto.

Yo dije: "¿Depresión post-parto? Puede ser, aunque me parece un pretexto excesivo para andar enseñándole el yoyo a todo el mundo..."

Una muy propia Princesa que estaba sentada a la misma mesa, exclamó: "¡Pero qué guarro eres! ¡No tienes remedio!"

Yo: "¿Guarro? ¿Por?"

Das Princessin: "Por usar esa palabra tan gráfica."

Yo: "¿Cuál, Yoyo?"

Das Princessin: "¡Ay! ¡Me quiero morir!"

Yo: "Pues perdón -- no sabía que te iba a ofender que utilizara un eufemismo de Primaria, para referirme a la vagina. Te prometo que de ahora en adelante, cuando me refiera a la vagina, utilizaré su nombre adecuado: Vagina. O en su defecto, vulva. Aunque suena más propio vagina, ¿verdad? Entonces ya no voy a usar esa atroz palabreja que usé antes y sólo diré vagina."

Todos los demás concurrentes estallaron en carcajadas y la Princesa se quedó callada, ruborizadísima y furiosa... algo que probablemente nunca veremos a Britney hacer, mientras sigue por ahí, deslumbrándonos con su muestra de lo bien que funciona el depilado brasileño y poniendo en vergüenza a todos los honorables subnormales de la tierra.