sábado, 16 de septiembre de 2006

Será el Ángel


Hoy es la fiesta de independencia (o bien, la conmemoración de los 196 años del inicio de la guerra por obtenerla. Tardaría once años en lograrse) y por lo mismo, hubo fiestas por toda la ciudad, más aún celebrando que el Paseo de la Reforma ha dejado de de ser el Placeo de la Deforma y que la ciudad ha recuperado una de sus avenidas más bellas.


Acudí a dos fiestas de celebración: una, al pie del Ángel de la Independencia (o bien, sobre el mismo) en el piso 19 del Hotel María Isabel Sheraton; con un buffet mexicano (comida de cada estado... ya se imaginarán la comilona) y una vista extraordinaria de la columna, con el ángel recién restaurado (sé que las imagenes no alcanzan a hacerle justicia) y con toda la gente emocionándose ante un hecho que remite a una idea de identidad. La algarabía fue mucha y sentí una suerte de identificación con el ángel al mirarlo desde lo alto, tan lejos y tan cerca.

Después de la ceremonia del grito, fui a otra fiesta en casa de un Conde español (que aquí no tiene título), a la que llegué en calidad de ser el amigo del hermano de un señor que no vino a la fiesta. Hubo dos cosas que me sorprendieron: uno, que hubiera en la sala un cuadro de John Singer Sargent auténtico y dos, que esta gente que uno considera decadente y lánguida, también se emociona con la canción vernácula mexicana igual que los pobres mortales.

Eso me recordó mi canción "ranchera" favorita de toda la vida y la quise compartir con ustedes. Se llama Cielo Rojo. Todavía, a veces, cuando la oigo (si me emociono) hasta lloro.

Disfruten y ¡que viva México!

(Total, mañana será otro día)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡¡VIVA!!!

Miguel Cane dijo...

¡¡¡VIVA!!!

Gracias, Faraona!