Castígame con besos (II)
... Gracias, estimado público, y sean bienvenidos a un episodio más de su radionovela preferida Castígame con besos, original de la pluma de la aclamada escritora caribeña Cretina Sentimental Higgins, y protagonizado por la eximia actriz dramática y folclórica de éxito internacional Anita Lava Latina como Margarita Masoca y como Claudio César Mascarpone, el primer actor de la radio, el cine, las fotonovelas, las tablas y la televisión Juan Narciso Pérez De Sade. En nuestro capítulo de hoy, nos enorgullecemos de contar con la presencia como artista invitada de la despampanante superestrella continental Tita Fornicio, en el papel de Liviana DeCascos... y no olvide que este, su melodrama favorito, es patrocinado por Leeeeche la Rrrreal y Vul-vo-naaa, el champú de alfombras más cáustico y eficaz...
Narrador: En nuestro episodio anterior, Margarita fue abandonada por Claudio César, que decidió irse a bailar mambo italiano con una tal Verónica en Tierra del Fuego, después de brutalmente humillarla en público mientras hacían cola para subir a la rueda de la fortuna en la Feria del Barrilaco. Nuestro episodio de hoy comienza en la modesta casa de nuestra heroína, que llora amarga y desconsoladamente su desprecio, en presencia de su amiga, Liviana DeCascos, sobrina del dueño de la tienda para la que ambas trabajan y conocida por ser una ávida lingüista y bastante desinhibidita en lo que a prácticas exóticas respecta...
Margarita: ¡¡¡¡¡Bujuuuuu!!!! ¡¡¡¡Aaaaaaaaayyyyyyyy!!!! ¡¡¡Ayyyyy!!!!
Liviana: Ay, pero Márgara. Deja de llorar, que se te van a salir los ojos...
Margarita: ¡Preferiría quedarme ciega! ¡Eso! ¡Ciega para siempre!
Liviana: ¡No digas barbaridades! ¿Cómo se te ocurre? ¡Ciega!
Margarita: Si no vuelvo a ver sus ojos en los míos, prefiero ya no volver a ver nada.
Liviana: ¡Marga! ¡Si era un patán! Yo no sé de dónde lo fuiste a sacar... de algún antro de vicio, de un lupanar...
Margarita: No. Entró en mi vida de manera fortuita y totalmente casual.
Liviana: ¿Y eso?
Margarita: Ah, pues fíjate tú que estábamos en el camión. Ya sabes, el que sale del centro a periferias. Yo venía muy quitada de la pena ese día, hace seis años, once meses, catorce días, diez horas, veinticuatro minutos y diecisiete segundos, cuando sentí que alguien me agarraba una posadera y luego el monedero...
Liviana: ¡Virgen santa! ¿Las dos cosas?
Margarita: Sí, primero me indigné, pero luego descubrí esa mirada tan suya, que va tan bien con su sonrisa tan hermosa...
Liviana: ¡Si tiene los dientes de pianola!
Narrador: Con habilidad para ignorar lo que no le apetece oír, Margarita hace de lado el comentario de su amiga y revive con arrobo los momentos vividos al lado de Mascarpone: cómo le dejó sacar del monedero algún dinero para invitarla a un café, cómo le compró aquél traje de paño color beige y los famosos zapatos negros, cómo acudieron a bailar rumba en sofisticados antros de vicio y cómo lo esperaba, ilusionada, mientras él se acercaba a las hijas de millonarios magnates para que éstas, caritativamente, le ayudasen a obtener un empleo a la altura de sus muchos merecimientos.
[Efecto: música arrobadora]
Margarita: Y nos enamoramos...
Liviana: ¡Ay mana! ¡Pero si nada más te veía la cara de taruga! Sólo venía aquí a dormir cuando no tenía una movida o dónde sentarse a tragar...
Margarita: Pero... es que... es que... no. No. No. Él me quiere de verdad.
Liviana: Te quería de verdad... ¡pero como su criada! ¿Cuántas veces te dio dinero para pagar el alquiler? ¿O ya se te olvidó cuando llevó al empeño tu televisor?
Margarita: ¡Ay no me digas esas cosas!
Liviana: Es que alguien te lo tiene que decir, mujer.... ¡te trataba como a una alfombra! ¡Te pisoteaba y además te extorsionaba! ¡Y no me digas que no, porque sabes muy bien que lo que te digo es cierto...! La verdad es que Claudio César abusaba de ti.
Margarita: Ay, lo que pasa... lo que pasa... lo que pasa es que tú me tienes envidia.
Liviana: ¿Cómo? ¿What? ¿Y yo como porqué, why, because?
Margarita: Porque tú eres una mujer fácil y te has acostado con todos los hombres y ninguno te toma en serio, no eres más que una diversión, un capricho, una mujer de unas horas, de usar y tirar... en cambio yo con él, que es desinteresado y generosísimo, he conocido de cerca lo que es el verdadero amor, algo que no me merezco...
Liviana: ¡Bueno! ¡Tú estás loca!
Margarita: ¡Ay sí! ¡Sí, sí, sí, estoy loca! ¡Loca de amor por él! Él es el amor de mi vida y yo sé que él me ama de verdad, no importa que estemos lejos... sé que él sólo piensa en mí, que soy su destino... ¡qué importan sus caprichos!
Liviana: No, es que no... no puede ser. Estoy de una pieza.
Margarita: Y yo estoy hecha pedazos... pero sé que él me quiere de verdad... es sólo que nadie nos entiende y nos tienen envidia porque Claudio César es un hombre único y maravilloso y nadie lo comprende y por eso es que nadie nos entiende, ni tú, que tanto has andado de cama en cama sin encontrar el amor... pero mi lugar en el mundo es con él, no quiero que se vaya de mi lado, yo nunca soñé que alguien como él podría amar a alguien como yo...
Liviana: Pero Márgara... de veras que no sé qué decirte, ni cómo ayudarte...
Margarita: ¿Cuánto dinero tienes en la bolsa?
Liviana: ¿Ahora mismo? ¿Por qué, why, because?
Margarita: ¡Porque lo he dedcidido! ¡Me iré a Tierra del Fuego a buscar a mi amor! ¡Si no puede estar él conmigo, estaré yo con él! ¡Y ya verás cómo seremos muy felices!¡Tan felices, pero tan felices! ¡Este primer intento fue un fracaso! ¡Pero él me va a querer! ¡Yo lo sé, yo lo sé, yo lo sé, yo lo sé....! Lo-quiero, lo-quiero-lo-quiero-lo-quiero-lo-quiero-lo-quiero-lo...
[Efecto: Tema musical salida]
Narrador: ¿Se lanzará Margarita Masoca en una aventura desconocida en pos de Claudio César Mascarpone en Tierra del Fuego para poder llevarle su amor? ¿O irá a dar directo a la sala de electroshocks del Psiquiátrico Estatal? ¿Le quedará algo de autoestima, por no hablar ya de su sentido común? ¿Seguirá sonando como disco rayado permanentemente? ¿Por su gusto se someterá a más zafias humillaciones por parte de ese rufián al que llama el amor de su vida? ¿Le llevará hasta tan recóndito punto los trajecitos y corbatas que dejó olvidadas en su casa? ¿Le soltará la plata necesaria su amiga, o sólo le soplará un par de bofetones para que entre en razón?
Para conocer las respuestas a estas y otras inquietantes incógnitas , no se pierda mañana, a esta misma hora y por esta misma emisora, otro apasionante episodio de su radionovela preferida, Castígame con besos, con las voces de Anita Lava Latina y Juan Narciso Pérez de Sade. Una producción de Arrumaco Carantoña, presentada por Leeeche La Rrrrreal y Vul-Vo-naaaaaa para Radio Cadena Agorera... le invitamos a que siga disfrutando de nuestra programación; a continuación, el programa confesional de participación de nuestro auditorio Me odio cuando miento, patrocinado por los refrescantes caramelos Juanolas y quesos Soy La Pera, que dará inicio en unos segundos...
Narrador: En nuestro episodio anterior, Margarita fue abandonada por Claudio César, que decidió irse a bailar mambo italiano con una tal Verónica en Tierra del Fuego, después de brutalmente humillarla en público mientras hacían cola para subir a la rueda de la fortuna en la Feria del Barrilaco. Nuestro episodio de hoy comienza en la modesta casa de nuestra heroína, que llora amarga y desconsoladamente su desprecio, en presencia de su amiga, Liviana DeCascos, sobrina del dueño de la tienda para la que ambas trabajan y conocida por ser una ávida lingüista y bastante desinhibidita en lo que a prácticas exóticas respecta...
Margarita: ¡¡¡¡¡Bujuuuuu!!!! ¡¡¡¡Aaaaaaaaayyyyyyyy!!!! ¡¡¡Ayyyyy!!!!
Liviana: Ay, pero Márgara. Deja de llorar, que se te van a salir los ojos...
Margarita: ¡Preferiría quedarme ciega! ¡Eso! ¡Ciega para siempre!
Liviana: ¡No digas barbaridades! ¿Cómo se te ocurre? ¡Ciega!
Margarita: Si no vuelvo a ver sus ojos en los míos, prefiero ya no volver a ver nada.
Liviana: ¡Marga! ¡Si era un patán! Yo no sé de dónde lo fuiste a sacar... de algún antro de vicio, de un lupanar...
Margarita: No. Entró en mi vida de manera fortuita y totalmente casual.
Liviana: ¿Y eso?
Margarita: Ah, pues fíjate tú que estábamos en el camión. Ya sabes, el que sale del centro a periferias. Yo venía muy quitada de la pena ese día, hace seis años, once meses, catorce días, diez horas, veinticuatro minutos y diecisiete segundos, cuando sentí que alguien me agarraba una posadera y luego el monedero...
Liviana: ¡Virgen santa! ¿Las dos cosas?
Margarita: Sí, primero me indigné, pero luego descubrí esa mirada tan suya, que va tan bien con su sonrisa tan hermosa...
Liviana: ¡Si tiene los dientes de pianola!
Narrador: Con habilidad para ignorar lo que no le apetece oír, Margarita hace de lado el comentario de su amiga y revive con arrobo los momentos vividos al lado de Mascarpone: cómo le dejó sacar del monedero algún dinero para invitarla a un café, cómo le compró aquél traje de paño color beige y los famosos zapatos negros, cómo acudieron a bailar rumba en sofisticados antros de vicio y cómo lo esperaba, ilusionada, mientras él se acercaba a las hijas de millonarios magnates para que éstas, caritativamente, le ayudasen a obtener un empleo a la altura de sus muchos merecimientos.
[Efecto: música arrobadora]
Margarita: Y nos enamoramos...
Liviana: ¡Ay mana! ¡Pero si nada más te veía la cara de taruga! Sólo venía aquí a dormir cuando no tenía una movida o dónde sentarse a tragar...
Margarita: Pero... es que... es que... no. No. No. Él me quiere de verdad.
Liviana: Te quería de verdad... ¡pero como su criada! ¿Cuántas veces te dio dinero para pagar el alquiler? ¿O ya se te olvidó cuando llevó al empeño tu televisor?
Margarita: ¡Ay no me digas esas cosas!
Liviana: Es que alguien te lo tiene que decir, mujer.... ¡te trataba como a una alfombra! ¡Te pisoteaba y además te extorsionaba! ¡Y no me digas que no, porque sabes muy bien que lo que te digo es cierto...! La verdad es que Claudio César abusaba de ti.
Margarita: Ay, lo que pasa... lo que pasa... lo que pasa es que tú me tienes envidia.
Liviana: ¿Cómo? ¿What? ¿Y yo como porqué, why, because?
Margarita: Porque tú eres una mujer fácil y te has acostado con todos los hombres y ninguno te toma en serio, no eres más que una diversión, un capricho, una mujer de unas horas, de usar y tirar... en cambio yo con él, que es desinteresado y generosísimo, he conocido de cerca lo que es el verdadero amor, algo que no me merezco...
Liviana: ¡Bueno! ¡Tú estás loca!
Margarita: ¡Ay sí! ¡Sí, sí, sí, estoy loca! ¡Loca de amor por él! Él es el amor de mi vida y yo sé que él me ama de verdad, no importa que estemos lejos... sé que él sólo piensa en mí, que soy su destino... ¡qué importan sus caprichos!
Liviana: No, es que no... no puede ser. Estoy de una pieza.
Margarita: Y yo estoy hecha pedazos... pero sé que él me quiere de verdad... es sólo que nadie nos entiende y nos tienen envidia porque Claudio César es un hombre único y maravilloso y nadie lo comprende y por eso es que nadie nos entiende, ni tú, que tanto has andado de cama en cama sin encontrar el amor... pero mi lugar en el mundo es con él, no quiero que se vaya de mi lado, yo nunca soñé que alguien como él podría amar a alguien como yo...
Liviana: Pero Márgara... de veras que no sé qué decirte, ni cómo ayudarte...
Margarita: ¿Cuánto dinero tienes en la bolsa?
Liviana: ¿Ahora mismo? ¿Por qué, why, because?
Margarita: ¡Porque lo he dedcidido! ¡Me iré a Tierra del Fuego a buscar a mi amor! ¡Si no puede estar él conmigo, estaré yo con él! ¡Y ya verás cómo seremos muy felices!¡Tan felices, pero tan felices! ¡Este primer intento fue un fracaso! ¡Pero él me va a querer! ¡Yo lo sé, yo lo sé, yo lo sé, yo lo sé....! Lo-quiero, lo-quiero-lo-quiero-lo-quiero-lo-quiero-lo-quiero-lo...
[Efecto: Tema musical salida]
Narrador: ¿Se lanzará Margarita Masoca en una aventura desconocida en pos de Claudio César Mascarpone en Tierra del Fuego para poder llevarle su amor? ¿O irá a dar directo a la sala de electroshocks del Psiquiátrico Estatal? ¿Le quedará algo de autoestima, por no hablar ya de su sentido común? ¿Seguirá sonando como disco rayado permanentemente? ¿Por su gusto se someterá a más zafias humillaciones por parte de ese rufián al que llama el amor de su vida? ¿Le llevará hasta tan recóndito punto los trajecitos y corbatas que dejó olvidadas en su casa? ¿Le soltará la plata necesaria su amiga, o sólo le soplará un par de bofetones para que entre en razón?
Para conocer las respuestas a estas y otras inquietantes incógnitas , no se pierda mañana, a esta misma hora y por esta misma emisora, otro apasionante episodio de su radionovela preferida, Castígame con besos, con las voces de Anita Lava Latina y Juan Narciso Pérez de Sade. Una producción de Arrumaco Carantoña, presentada por Leeeche La Rrrrreal y Vul-Vo-naaaaaa para Radio Cadena Agorera... le invitamos a que siga disfrutando de nuestra programación; a continuación, el programa confesional de participación de nuestro auditorio Me odio cuando miento, patrocinado por los refrescantes caramelos Juanolas y quesos Soy La Pera, que dará inicio en unos segundos...
Comentarios
Déjeme utilizar su blog para agradecer a los señores de leche la Real y Vulvona por patrocinar esta radionovela.
Gracias a ellos disfrutamos en familia de lo que le pasa a la pobre Margarita Masoca, cuyas desventuras nos dan mucho que pensar, pero estoy segura que algún día encontrará la horma de su zapato.
Cuando termino de "escucharla", me digo !aaaaaaaaay¡ ¿que puedo hacer con ella? .
En fín, esperaré el próximo capitulo como agua de mayo, pero viendo la demora, a veces tengo miedo que llegue en el próximo eclipse de luna .
Abrazos de una fiel seguidora.
PD:- Dada la distancia en la que estamos y por culpa del cambio horario, muchas veces tengo que trasnochar para poder leer sus nuevos posts. Pero me tiene usted como una adicta.
Por cierto, tengo un nuevo patrocinador para el próximo capítulo: Jabón Mono. Es en serio.
Besos
Un beso, Miguel
Esas Margaritas que eligen no escuchar lo que no les conviene... uy conozco varias. He de confesar que yo he sido Margarita algunas veces.
Ay, ay.
Un besito