martes, 23 de octubre de 2007

¡Tengo fobias!

Como ustedes bien saben, desde mi tierna e irrecuperable (infancia), tengo dos atroces fobias: una a las gallinas y toda clase de ave de corral y la otra a los robots, androides, prótesis mecánicas y aparatos inanimados que repentinamente cobran vida. (Algo de culpa tendrá HAL 9000)

En particular le tengo miedo a Robotina, la (aparentemente) afable e incansable doméstica de los Supersónicos. No sé por qué, pero me da desconfianza... nadie puede ir por la vida tan alegremente, obsesionada con su trabajo de limpieza, sin tener un solo día malo.

¿Tomará Altruline? ¿Prozac? ¿Diazepam?
¿Si le pido, me convidará?

Seamos honestos, si andas como Robotina todo el día, es que estás tomando algo...

El que estoy seguro que es un adicto a alguna substancia altamente volátil y seguramente ilegal, es la contraparte de Robotina, que también me mete mucho miedo.

Me refiero, claro está, a Bender, el robot angurriento, malencarado y totalmente borde, de Futurama.

Seguramente a ustedes las "puntadas" de este cibernético sujeto les resultan muy divertidas y les provocan carcajadas, pero a mí me provocan más bien risitas histéricas... ¿qué pasa si un robot como esos me agrede de repente? ¡Es muy peligroso!


Es tal mi temor a lo robótico, que hasta veo con desconfianza y resquemor a la aspiradora, que es automática... ¿Será que se están multiplicando para tomar control del mundo y no nos hemos percatado? ¡Dependemos demasiado de las máquinas! ¡Hasta para dar vida y forma a este inane blog, requiero la ayuda de una máquina cibernética!

¡Ay Mamá Pulpa!
¡Ya me dio cosa!

¡Nos han rodeado los robots! ¡Estamos en su poder! ¡La invasión no viene de fuera! ¡Ya están aquí!

¡SOCORRO! ¡ROBOTS, ROBOTS! ¡AUXILIO! ¡CORRAN POR SUS VIDAS!

(el autor de este blog necesita tomarse un lexatín y un whisky. Sugiere que ustedes hagan lo mismo)

8 comentarios:

Filiberto López dijo...

Muy interesante tema, Herr Kein.

Lo más interesante de todo, es que tu fobia, es una de mis filias más queridas: me muero de ganas por ver un robot digno de tal nombre.

Pero [[inserte aquí un enorme suspiro]] para alivio tuyo, la humanidad esta muy lejos de lograr construir un robot digno de tal nombre: lo que tenemos hoy día, empezando por las computadoras, son simples autómatas. Para ser precisos, son autómatas FINITOS, esto es, que tienen una gama finita de estados que pueden adoptar.

Ante un estímulo externo, un autómata ejecuta una serie de instrucciones definidas previamente por nosotros los humanos. Y aquí he de decir que tanto la computadora más sofisticada como el retrete de tu departamento son autómatas. El retrete es un autómata con mucho menos estados que el de una computadora, pero tan autómata es el retrete como la computadora, y eso sí: ninguna de las dos máquinas va a adquirir consciencia en forma espontánea.

El robot de Futurama tiene algo que ni las computadoras ni tu aspiradora tienen: voluntad propia. Bender puede escoger sus propios estados, sin depender de reglas que le sean proporcionados por sus amos humanos. Por otra parte, las aspiradoras y las computadoras requieren que sus amos les proporcionen instrucciones, que les dicen exactamente qué tienen que hacer bajo exactamente qué circunstancia: no hay lugar para impredecibilidad ni para libre albedrío. Cuando una computadora no se comporta como se esperaba, se debe simplemente a un error humano - y en esto tengo algo más de veinte años de experiencia. Bender fija su propia agenda, mientras que tu aspiradora nunca va a cambiar sus objetivos: no tiene preferencias ni sueños ni ilusiones que le permitan fijar objetivos distintos a los que adquirió al ser manufacturada, y no tiene los medios para fijarse nuevos objetivos. Es tan inimaginable que una exprimidora de jugos decida que quiere convertirse en refrigerador, como imaginarse que una computadora de las actuales adquiera consciencia propia.

El maestro de maestros Arthur C. Clarke, se imaginó su computadora inteligente a finales de los años sesenta y he de decir que cuarenta años después, la cibernética no está mas cerca hoy de lograr una máquina "inteligente" como lo estaba en aquel entonces. Nuestras computadoras son físicamente mucho más pequeñas, con muchísimo más memoria y más veloces que las de hace cuarenta años, pero si John von Neumann (uno de los pioneros de las computadoras, y uno de los genios más brillantes que existieron en el siglo XX) reviviera, vería que las computadoras de hoy siguen operando bajo el modelo de Von Neumann definido a finales de la década de los cuarenta.

Los ingenieros japoneses han dedicado muchísimo esfuerzo durante muchísimos años para construir robots, y han logrado autómatas muy interesantes, pero son simplemente autómatas, con tanta consciencia como tu aspiradora.

No te preocupes, Cítizen Kein... no tienes nada que temer. Estoy casi dispuesto a apostar que ni a tí ni a mí (¡snifffff!) nos va a tocar ver un robot digno de ese nombre. ¡Y en vista de ello, creo que voy a aceptar tu sugerencia de tomarme uno o dos whiskeys!

¡Salud!

Unicornio dijo...

Don F:

No me espanten, porque los robots ya vienen!

Es que si utilizamos la palabra "robot" en su sentido casi primigenio, hacía referencia a "humanos artificiales ORGANICOS", según la historia del checo Karel Capek R.U.R. (Rossum's Universal Robots), de 1920 y tantos, y donde según la leyenda, del término checho "robota" (="trabajos forzados" o "esclavos") provino nuestro actual denominación a los autómatas "inteligentes" (según algunos colegas cibernéticos, yo no lo creo) finitos. Pero por desgracia, el término se corrompió para referirse sólo a "humanos artificiales".

De manera que tengo mieeedooo, mucho mieeedooo (y más en época de Halloween!), porque dichos "robots" orgánicos...(*) podrían estar entre nosotros ya!!

Y para ejemplo basta un botón: Vicente Fox era un "robot": su programadora era una Pseudo-Psico-IngeÑERA de la organización M.A.R.T.A. (Manejadores Asignados a Robots de Tendencias Anormales) de FOX. Y su misión fue experimental: descarriar todo un país.

¿Ahora ven por qué me da MEYO?

Pero eso sí, un Unicornio acepta su miedo y lo enfrenta para vencerlo... de modo que, Don Miguel, ¿empezamos comprando una aspiradora robot, programada para saludarnos así: "Buen día, Cometín"?

Cibernéticamente, les manda un gran abrazo,


el biónico Unicornio.

P.D. Nota: (*)Como mencionas, el genial Arthur C. Clarke planteó algo así en su novela "Cita Con Rama", cuando habla de los "BIOBOTS" que limpiaban los desechos en la nave cilíndrica de los "tripletes ramanos". Supongo que para enfatizar la estructura orgánica de estos teóricos bichitos. Entonces, ¿Chente Fox era un "biobot"?? Cuenta la leyenda que quizás sí. Pero esto se resolverá más tarde... EN LA DIMENSIÓN DESCONOCIDA... (jejeje).

Viviana en vivo dijo...

Creo que falta todavía para llegar a ver a un Hal... eso espero.

Yo le tengo fobia a las mariposas negras que en esta época abundan, aajj...el chincual.

marichuy dijo...

Estoy de acuerdo contigo, la Robotina se mete algo; a saber que es, porque de ser Prozac corremos el peligro de que al rato nos salga con que tiene dos Hummers, un rancho con lago artificial y un clóset lleno de ropa Chanel.

Anónimo dijo...

¿por que no llamar a su fobia, Mr. Cane, Hal-o-fobia?

Cuquita, la Pistolera dijo...

Peor que los robots son las cucarachas. Yo no las soporto. ¿Cómo puedes tenerle fobia a un artefacto de piel lisa y fría? A ver, atrévete a tocar una cucaracha! ¿verdad que no?

Sebastiana dijo...

A mí me angustia la aspiradora, aunque creo que es por el ruido...

Champy dijo...

Una pregunta.

La hermosisima Androide, Rachel, de Balde Runner cabe aqui?

A poco a ella le temerias?????