Bitácora anecdótica y personal del escritor Miguel Cane.
A veces el atardecer pesa demasiado... quién diría que el sol de utileria colgado con hilos pudiera pesar tanto.
bueno, obsérvalos bien, porque cada día que pasa estás más cerca de los melancólicos atardeceres de la playa de san lorenzo, donde el mar se torna rojo.
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2 comentarios:
A veces el atardecer pesa demasiado... quién diría que el sol de utileria colgado con hilos pudiera pesar tanto.
bueno, obsérvalos bien, porque cada día que pasa estás más cerca de los melancólicos atardeceres de la playa de san lorenzo, donde el mar se torna rojo.
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