viernes, 30 de marzo de 2007

Los hilos del sol


La ciencia-ficción, me temo, no es exactamente mi fuerte. No soy hijo de la space opera, aunque Dios sabe que debo tenerle algún tipo de cariño, ya que finalmente, formé infinitesimal parte de una.

Pero ese no es el punto, sino pensar realmente, en que hacía mucho, pero mucho tiempo, que no veía una película de ciencia-ficción, que realmente lo fuera. No sci-fi, no cyber punk, vamos, ni siquiera space opera, como ya mencionaba arriba (léase: Star Wars y anexas). Pero hoy, quedé muy sorprendido.

Recién llegué de ver la nueva de Danny Boyle (que hace diez años de veras me atrapó con Trainspotting) y estoy, literalmente, fascinado por ella.

Aquí les presento el trailer internacional, aunque no le llega a la altura de lo que es:



En el 2050, el sol se está extinguiendo. Pronto vendrá la noche interminable que han profetizado desde William Blake (metafóricamente) hasta Asimov y Carl Sagan. Un grupo multinacional de astronautas (¡qué refrescante que sean seres humanos y que sólo haya un par de estadounidenses! -- no es nada contra ellos, pero ya hacía falta cambiar el cliché) viaja a la órbita solar en el Icarus II, para detonar una bomba que provocaría un nuevo "big bang" dentro del sol. La misión, naturalmente, es más laberíntica de lo que parece.

Sería un crimen contar algo más. Lo que puedo decir aquí, es que Boyle -- en mancuerna con Alex Garland- aborda el género con respeto -- qué digo respeto, ¡con verdadero amor!- como lo hizo antes con géneros tan disímbolos como la comedia absurdista y negra, (Trainspotting), el thriller de suspenso ((Tumba al ras de la tierra), la comedia romántica (A life less ordinary), la cinta de aventuras (La Playa, cuya única falla real, a mi modo de ver, es haberla convertido en un star vehicle para el hombre con la máscara de nena, er, Leonardo DiCrapio, despojándola de su esencia original), el cine de niños (la gran Millonarios) y el cinema de horror y angustia (como hizo de manera magistral en 28 Days Later).

Su trabajo con el reparto es notable (especialmente brillan Cillian Murphy, el japonés Hiroyuki Sanada, la actriz malaya Michelle Yeoh -- un rol distinto a lo usual- y en una breve participación, Troy Garity a quien lo bueno para esto le viene de cuna -- es nieto de Henry Fonda y único hijo de ese portento llamado Jane-)y su concepto visual es, como siempre, formidable y muy sui géneris.

Como muestra, aquí un clip de la cinta, que muestra a la tripulación contemplando por primera vez su lugar de destino.


Sunshine
me impactó y como dije antes, eso no ocurre con frecuencia con éste género. Me gustó que reconoce sus raíces, rinde homenajes donde debe y no le obstruyen el desarrollo; tiene un ritmo deslumbrante y mantiene un angustioso suspenso también, sin perder de vista lo que realmente es.

En palabras del entrañable Paco Peña, que fue mi acompañante en este periplo cósmico, éste podría ser el primer gran filme de ciencia-ficción del siglo XXI. Coincido con él, en el hecho de que su inmediatez no pierde a la audiencia y de que uno deja la sala conmovido y extrañamente esperanzado. Pero esto siempre sucede (al menos a mí me ocurre) con el cinema de Boyle -- excepto con La Playa-; una manera de ver el mundo, u otros mundos, desde su mirada tan particular.

Si pueden, véanla. Pero aviso: lleven gafas oscuras.

2 comentarios:

senses and nonsenses dijo...

te haré caso...
Transpotting fue un puntazo en el momento de su estreno. a mí me encanta.

un abrazo.

Miguel Cane dijo...

Querido Senses, sensei:

Pues no te arrepentirás. Trainspotting y algunas de sus set-pieces, forman parte de mi más elemental educación fílmica y me llena de recuerdos (ir al cine de noche, con Alejandro y Diana, algo que sólo pude hacer esa vez). Hace una década.

Creo que si la ciencia ficción te gusta, encontrarás muchos elementos que te van a atraer a ésta, que por lo pronto, ya tiene su pase automático a mi colección de DVDs.

Abrazos hasta Babilonia.
(¿llueve en Babilonia? Porque sé que sí en Finisterre. Yo mientras, en Tierracaliente)