viernes, 28 de diciembre de 2007

¿A qué precio...?

La muerte de Benazir Bhutto -- una inmolación salvaje, brutal, totalmente innecesaria- es el más reciente eslabón de violencia integrista en oriente medio.

Aunque esté muy lejos de ese lugar del mundo y aunque nominalmente no me afecte en nada, no pude apartar los ojos del bombardeo mediático al respecto de la nota y tampoco pude evitar sentir miedo.

¿Por qué miedo?

Por que el mundo está cada vez más convulso y yo vivo en él. La gente a la que quiero vive en él. Y hay gente que quiere destruirlo, pasando por encima de todo. De todos.

Pero mientras haya gente como Madame Bhutto o muchos otros "locos" y "soñadores" que esperan poder hacer un cambio, vencer a las dictaduras, derrotar a los fundamentalistas... entonces habrá esperanza. Endeble, pero...


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Endeble... pero aún merece la pena seguir adelante.

Entre otras cosas, por eso, me gusta LOTR.

Pero es cierto, lo de Benazir Bhutto es ver como un esfuerzo de años se va al caño por el fundamentalismo. Era mujer, era política, era letrada... Para un Islam interpretado con la escuela de Wahabi, todos estos rasgos la convertían en blanco.

Esperanza endeble... pero hay que seguir adelante.

Para que Ithilien y lo que significa vuelva a florecer-

,,,,,

Jimena dijo...

Alouuu. Pues yo venía a dejarle un comment tipo "yeah Miguel a secas te queremos, fiesta party" pero pues ... aw, madame Bhutto y pues... ay (dolor de tripa-emoción-panza).
Chale.
Le dejo saludos.

Dushka dijo...

Esto nos afecta en modo mas directo de lo que ahora imaginamos. Es una tragedia terrible.

Anónimo dijo...

No puedo evitar ponerme pesimista (no soy, por naturaleza optimista, lo lamento...) y pensar que sí, tendremos la esperanza mientras existan personas como ella, pero por otro lado... Mientras existan personas que no reparen en inmolarse para combatir a sus oponentes, mientras existan ese tipo de ideas, pobre de nuestra esperanza no?

Como decía F. más arriba, era mujer, era política y era letrada donde no se puede ser nada de eso. Qué tristeza.

Y sin embargo, mi país vive unos días de alegría, como contrapartida. Y lo cuento porque viene al caso: está preso el que fue ideólogo y el poder detrás del poder durante la dictadura cívico-militar uruguaya. Lo procesaron, lo encarcelaron... y bueno al fin se produjo eso. Esto también tiene que ver con tu último párrafo, Miguel, verdad?

Un beso grande
P.