Yo, el Grinch
Sí, lo acepto. Soy un auténtico Grinch.
Donde en mi casa (o bien, la que era mi casa) la Navidad era un pretexto glorioso para metamorfosear mi espacio vital en una Winter Wonderland, yo, por múltiples razones, siento un discreto (o no tanto) horror por todo el glamour estridente de la temporada.
No me lo tomen a mal, no soy un cabrón insensible (aunque haya quien lo piensa con fervor) ni tampoco un apóstata de la alegría familiar (sic). Es sólo que a mí me provoca una extraña angustia sorda, una especie de irritación. Pero respeto la algarabía ajena, que conste.
De cualquier modo, yo no dejo de ser un Grinch.
Aunque ver la felicidad de los míos es bálsamo...
Donde en mi casa (o bien, la que era mi casa) la Navidad era un pretexto glorioso para metamorfosear mi espacio vital en una Winter Wonderland, yo, por múltiples razones, siento un discreto (o no tanto) horror por todo el glamour estridente de la temporada.
No me lo tomen a mal, no soy un cabrón insensible (aunque haya quien lo piensa con fervor) ni tampoco un apóstata de la alegría familiar (sic). Es sólo que a mí me provoca una extraña angustia sorda, una especie de irritación. Pero respeto la algarabía ajena, que conste.
De cualquier modo, yo no dejo de ser un Grinch.
Aunque ver la felicidad de los míos es bálsamo...
Comentarios
La peor de todas, que se pretenda que yo emigre siempre a una casa ajena, cuando con gusto ofrezco la mía a toda mi (ahora más grande) familia más cercana.
Pero hay algo más... una cierta sensación de ser arrastrada a una hipocresía de esas que detesto. Que se traduce en irritación, también.
Detesto la obligada alegría, la obligada armonía... (por no decir a veces una alegría y armonías sentidas como falsas) todo lo que por un día se hace "porque es Navidad" y ni siquiera siendo extremadamente religiosos, es sólo una tradición.
En fin... esto da como para ser comentado en "otro" sitio, no acá, porque sería muy largo. No me fastidia tanto celebrar el Año Nuevo, sin embargo.
Pero de un Grinch a otro... apretemos los dientes y pasemos por estos días.
Besos!
P.
No sea Grinch y mejor vea su correo electrónico. Ponga atención especial al último mensaje.
Un abrazo,
Saludos!