lunes, 16 de julio de 2007

Es mejor perdonar


Una de las cosas que uno aprende, conforme va adquiriendo años de experiencia, es a poder perdonar. Pero no sólo perdonar de dientes para afuera. Perdonar de corazón, con el sentimiento vivo, con las manos libres de esas pesadas piedras hechas de abrojos y rencor.

Anoche, ya con la semana hecha polvo detrás de nosotros, miré a los ojos a Marina y le pregunté, ¿Eres feliz? Todo lo que quiero, es que seas feliz.

Me respondió que sí, que era muy feliz.

Entonces la abracé y los últimos cuatro años de una guerra no declarada pero no por ello menos dolorosa, se disolvieron en sus lágrimas sobre mi solapa.

Yo no tengo nada más qué declarar. Estamos en paz.

Son once años de conocernos bien, muchos de hacerlo íntimamente. No seremos los siameses que fuimos en nuestra pálida y temblorosa juventud nunca más, pero sé que la próxima vez que el destino nos junte, nos veremos. Y nos veremos con genuino gusto.

Sin rencor.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Enhorabuena. Isabelle, o una de tus Isabelles, doblemente exorcizada. Y por tanto, tú también.

Orizschna dijo...

Lo mejor son las despedidas amistosas.
Saludos!

Miguel Cane dijo...

Anónimo (¿a?)

Sí. Pero fue un exorcismo muy breve y muy lleno de ternura (al menos eso fue lo que yo sentí).

Naturalmente, como dije antes, no volveremos a ser lo que una vez fuimos, porque eso se acabó cuando tenía que acabarse. Pero mi perdón fue sincero. Ya no quiero exceso de equipaje. Así que ahora podremos ser dos adultos y tratarnos como tales, sin escenas como la que aludes (aunque el contexto fuera ficticio, el subtexto no).

Ahora, sí estaremos en paz.
Y eso me da la serenidad que tanto anhelaba, en este particular episodio de mi vida.

Dicen que es un gesto "grande" saber perdonar. Yo no sé si sea cierto. Lo que sí sé es que algunas veces es imposible perdonar -- hay gente que ha hecho cosas imperdonables- pero ha otras que, aunque monstruosas en su momento, con el tiempo entran en perspectiva, y uno se percata de que lo templan.

Así entonces, yo estoy listo para comenzar a olvidar, toda vez que el exorcismo se ha completado, sin necesidad de vómitos, ni de levitación, o sotanas púrpuras y rituales antiguos.

Carte blanche.

Miguel Cane dijo...

Ms. Orizschna,

De acuerdo. Totalmente.

Dushka dijo...

Miguel, perdoname que lo pregunte pero tu sacaste el tema...que fue lo que tuviste que perdonar? Context, please. :)

Miguel Cane dijo...

Dear Dushka,

Context:
For over four years I had to put up with a series of petty stuff from a blonde girl you used to know, and who used to be my closest friend. I never knew the reason for her jealousy or chagrin, but in the end, that is all meaningless.

I forgive because it stems from the heart. So what if she will not change in the end... and there's no way of knowing it. I just decided to kiss her cheek, and let her go.

I'll tell you more details some day, and not here, but over a cup of tea. Promise.

Bef dijo...

Esa noticia me llena de gusto.

El perdonar te hace aún más grande de lo que ya eres. Estoy orgulloso de ti.

Mariluz Barrera González dijo...

Miguel, creo que a la persona a la que me ha costado mas trabajo perdonar es a mí misma... espero hacerlo pronto, y para siempre.

Un beso grandisimo para ti con todo mi cariño.