domingo, 22 de abril de 2007

Tarde de domingo


Esta es la escena que abre una de mis películas-ícono:

Me refiero a Don't Look Now/Amenaza en la sombra, de Nicolas Roeg, estrenada en 1973 y considerada uno de los más significativos filmes británicos de su era, así como una de las cintas más polémicas (y hermosas) jamás filmada.

Algunos de ustedes la conocen, la habrán visto antes, o acaso no la han visto nunca ni han oído hablar de ella. El que signifique tanto para mí, no necesariamente quiere decir que así sea para los ojos de alguien más, y eso es lo que me interesa saber, en cierto modo.

Basada en un cuento de Daphne DuMaurier, la cinta se sitúa principalmente en Venecia. Una Venecia en invierno, con cielos amortajados en gris, con frío en el aire y los canales. Con toda su hermosura decadente, casi a punto de sumirse en la penumbra, aunque reteniendo un poco de ese fuego que late por dentro.

Pero antes, está esta breve escena a manera de prólogo, situada en el acomodado hogar inglés de John y Laura Baxter (Donald Sutherland y Julie Christie). Es domingo por la tarde. Recién han comido, junto con sus hijos, Johnnie y Christine. La rutina familiar se extiende como las nubes y la luz que cambia. Pardea.

Observen bien la escena, por favor.

En esta ocasión, el tema es interactivo.

Por esto quiero decir: después de observar la escena (más de una vez, si se quiere, no hay límite para hacerlo), quiero que escriba cada quién un comentario.

Ahora, los comentaristas sobre la imagen son ustedes: díganme "esto es lo que ví", "esto es lo que sentí", "esto es lo que encontré". Si quieren hablar de técnica, háganlo. Si quieren hablar de memoria o emociones, también. No se limiten, si no lo desean, tan sólo a la escena: hablen también de lo que les transmite como espectadores.

No se queden con las ganas de decir nada.

Hagamos una verdadera conversación al respecto. Yo contestaré todo.

Préstenme sus ojos, por favor.

Yo les prestaré mi sueño...


Aquí los leo, sin música de fondo.

6 comentarios:

Dushka dijo...

Siempre (no solo cuando veo peliculas, sino siempre) siento que el peligro - esa fraccion de segundo que va para siempre a cambiarte la vida - se esconde en todos los posibles rincones. No se si es porque asi es la vida, o porque veo demasiadas peliculas y ya no se cual es la diferencia.

Lo que mas me gusta de esta (terrible) escena es la relacion entre lo que pasa adentro y lo que pasa afuera. Como si todo estuviera delicadamente conectado.

Mariluz Barrera González dijo...

VINE A DESEARTE FELIZ DIA DE LA TIERRA!!!!!!!!! Y A INVITARTE A CONOCER MI PARAISO NATURAL: CALAKMUL.

UN FUERTE ABRAZO.

Cuquita, la Pistolera dijo...

No he visto la película. Correré a intentar conseguirla.
La escena es espeluznante, me angustió muchísimo y me vulneró. Comienza como una linda escena de niños jugando y termina con una de las escenas que más pueden conmover y doler a un ser humano: la muerte de un niño.
Y me gusta cómo trata el tema de las sensaciones, la forma en que el personaje de Sutherland percibe la tragedia.

Anónimo dijo...

A mí lo que más impresiona es la fragilidad de todo lo que consideramos "estable" . Una tarde cualquiera puede convertirse en la peor de las tragedias.

Me conmovió profundamente el dolor del padre, tratando desesperadamente de salvar a la niña, vestida de rojo como Caperucita. Mi hija Paulina tenía, cuando era más chica, una gabardina similar y eso me impactó aún más.

Otra cosa que me hizo pensar fue como el tiempo es subjetivo y las emociones que se juegan en él también lo son. Mientras el papá se revuelca en el lodo tratando de salvar a la niña que ya está muerta, el niño esta comiendo su dulce como si nada hubiera pasado.
Al mismo tiempo, la mamá se encuentra ajena a la tragedia del bosque fumándose su cigarrito.

Me llamá la atención que es precisamente el padre el que tiene la primera intuición de que algo pasa, cuando el color rojo se derrama en la foto y la pequeña ya está abajo del agua. La mamá sigue como si nada, revisando su libro. ¿Eso nos dice algo de estos personajes? No recuerdo muy bien la película. La vi hace mucho, con un título horrible (nada que ver con el original)"Venecia rojo shoking" y no debo debe de haberme gustado, puesto que olvidé muchas partes de ella. El tiempo también pone perspectiva en las cosas, y esta escena hace que me den ganas de verla toda nuevamente.

Yo no puedo dejar de asociar a Donald Sutherland con otra película en donde hace el papel de padre intuitivo: "Gente como uno", donde creo que estuvo genial, sublime (todos en esa película lo están)

Sobre todo el rojo, el agua, los cambios de interior a exterior, me remiten a un miedo primario, primordial. El temor de que a alguno de mis hijos les pase algo. Cuando me convertí en mamá entendí esa parte que se conoce como instinto, que te lleva a pelear contra lo que sea si alguien lastima o se mete con los tuyos. Donald Sutherland lucha a puños con la muerte que le arrebató a su niña, cuando ya es demasiado tarde. No puedo dejar de preguntarme ¿qué haría yo si me pasara algo así? Con lo mala que soy para las emergencias, probablemente tardaría en reaccionar...mejor no lo pienso porque me aterro.

Bueno, si uno le diera rienda suelta a esos miedos no saldría de su casa.

Ahora, me quitaré la angustia e iré a calmar a la jauría de mis hijos que tienen hambre y piden su cena a gritos. En la noche, cuando sueñe, probablemente lo haré con Caperucita Roja, en el bosque...en el agua.

Un beso Miguelón.


Viviana

Miguel Cane dijo...

Dushka:

Sí, sé a lo que te refieres: la ominosa sensación de que hay algo que no está bien es algo que todos hemos percibido: algo no está bien y además, está fuera de nuestro control. Eso hace que la escena en sí, sea como una bofetada en pleno rostro, con un guante cubierto de nieve.

Viviana:
Sí, esa percepción de las cosas, que tiene muchas interpretaciones: la edición y los colores, especialmente el rojo. El niño no come un dulce, Viv. Puedes observar que se está chupando la sangre de una herida hecha con el cristal roto (¿Autoinflingida? Nunca lo sabré) La madre está ajena, porque muchas veces, lo estás: ella buscaba una respuesta a la pregunta que le había hecho la hija ("¿por qué si la tierra es redonda, un lago congelado es plano?") y no piensa que nada horrendo pudiera ocurrir.

Roeg es un maestro para esta clase de situaciones.

Miss Ku:

Sí, angustia, sensaciones: es una cinta principalmente acerca de lo que percibimos, lo que no, y cómo lo percibimos.
No todo es como lo vemos.

Bien por sus observaciones.

Mariluz: gracias. Trataré de hacerlo otro día.

Ben: Cuando la hayas visto, cuéntame.

¿Alguien más se anima?

Anónimo dijo...

Miguel:

Pués ahora que lo vuelvo a ver, me doy cuenta de lo de la cortada. ¿Sabes qué creía que chupaba el niño? uno de esos dulcecitos de polvo (que a mi en lo personal me encantan) Hasta pensé que era un chamoy jeje.

En fin. ¡Cuestión de percepciones!

Un beso.

Viviana