miércoles, 16 de mayo de 2007

La intrusa




Algo inesperado ocurrió la otra mañana, cuando salí a tender mi toalla amarillo limón después de darme una ducha y lavarme el pelo -- ya tengo champucito y acondicionador, que me hacían falta. Cuando tengan un melenero como el mío, comprenderán- a la terraza que ya conocen.

Venía yo muy contento, silbando desentonado (hasta para eso desafino) cuando me encuentro de manos a boca, con una intrusa en una de mis sillas, mirándome desafiante y con ojos cínicos y amarillos.

Una gaviota.

"¿Qué haces aquí?" le dije. "¡Largo!"
La otra ni por aludida se dio.
"¡Sáquese de aquí!"
Nada.
Fui gentil y le pedí que por favor, tuviera la amabilidad de ahuecar el ala e irse a tomar el otro lado. Ella sólo me miró, indiferente, y siguió apoltronada en mi silla.
"Por favor, ¡vete de aquí!"
Pero nada.
"¡Largo de aquí, pinche gaviota hija del máis! ¡O te tiro un toallazo!"
La toalla amarilla hizo su aparición violentamente en el aire y la intrusa salió volando, con un graznido que más parecido al berrear de un niño. Me sentí muy ufano de haberme deshecho de ella y tendí la toalla. Luego me fui a hacer mis actividades del salón.

Cuando volví, varias horas después, el sol aún no se ponía y salí a la terraza para meter mi toalla y contemplar mis vistas (no puedo evitarlo; el lugar del apartamento donde paso más tiempo, excepto mi habitación, es la terraza); y ahí estaba de nuevo, en el barandal y estoy seguro de que era la misma.

"¿Otra vez tú?"

Me miró de nuevo con su frescura tan singular, alzó las alas y se largó de inmediato, dejando a mis pies una mancha deslumbrante y blanca de su cagada, que lanzó como ráfaga al suelo de lozeta.

Entonces comprendí algo. No es que ella fuera una intrusa en mi casa, en mi terraza.

Es que yo soy un usurpador.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido Migue,

Que buena vida la de la tierra de mi madre, ojalá día pueda conocerla.

Sobre la paloma yo diría que tal vez es un eufemismo de que a tu vida a llegado la paz y la armonía, no le tengas miedo.

¿Sabes? ERES ADMIRABLE.

Miguel Cane dijo...

Querido Tessitore,

Usted también.

¿Cuando revive su blog?

abrazotes

senses and nonsenses dijo...

mejor gaviotas que palomas... que son las nuevas ratas de las ciudades. yo las sufrí en un piso y ya sabes lo que siento por las aves desde que ví 'los pájaros' del maestro.

un abrazo.

Miguel Cane dijo...

Senses/Sensei:

Los Pájaros... brrr...

Curiosamente, una de las 100 pelis que me acompañó desde aquí.