domingo, 13 de mayo de 2007

Primera Cena


Breves notas sobre una dinner party anunciada:

Desde las siete de la noche o así, me puse a dar los últimos toques a la casa para que quedara al menos presentable para un número indeterminado de visitas -- cuando la fiesta es improvisada, nunca se sabe- y lavé la vajilla nueva que pueden ver aquí abajo. Como se descubre, soy un estupendo amo de casa [no, el término mandilón no aplica, no soy casado].

Fue entonces que ocurrió algo muy curioso; acomodando algunas piezas de loza de la anterior inquilina del apartamento -- es decir, la abuela de mi amigo Nacho- descubrí, una botella de Whisky. Ésta, por lo que se veía, tenía muchos años. Posteriormente, encontré otra y otra más y luego, ¡una de Chivas Regal que debía tener por lo menos 20 años guardada -- la caja de cartón mostraba el paso del tiempo- pero aún sellada! Eso quiere decir que mi casa me ha recibido con cuatro (cinco, si contamos la que me trajeron nueva anoche) botellas de escocés.

¿Qué voy a hacer con cinco botellas de escocés?

Es como si me hubiera mudado al Coloredo Lounge, en The Shining. Pero yo no soy Jack Torrance... jejejeje (Aunque quién sabe, acuérdense que All work and no play makes Jack a dull boy). Supongo que tengo esta doación prácticamente inacabable, para no tener que volver a salir a ningún bar nunca más y no temer que comprar una sola botella nunca más. ¿Podré poner un picadero clandestino? Digo, con esta terraza...

También puse en órden y sacudí el único librero que tengo de momento en casa y ya pude colocar no sólo mis libos y películas sino también algunas figuritas icónicas y souvenirs de mi vida que me acompañaron hasta acá.

La sensación de satisfacción fue enorme.

¡Me gusta mi casa!

A las 9 llegaron Santiago Rocangliolo, su esposa, Rosa y Alfonso Mateo-Sagasta. Santiago y Alfonso son dos de los escritores que participan en el Salón (que acaba mañana, hoy domingo me toca mi show con la mesa redonda sobre los libros que nos hicieron soñar, es decir, aquellas cosas que nos inspiraron en nuestras tiernas e irrecuperables... y ustedes ya saben de qué voy a hablar yo, jejeje - risa de Vincent Price).

Santiago se había ofrecido como voluntario para preparar un platillo peruano llamado "Lomo saltado" y conseguimos todos los ingredientes en el super que tengo a las puertas de la casa (nunca me sentí más aliviado de ello) así que mientras tomábamos whisky y vino (yo no, sólo una cosa) y conversábamos en la cocina, Santiago se dio a la tarea de impresionarnos con sus dotes de chef -- ya lo había hecho con sus dotes de novelista. Si no me creen, lean Pudor o Abril Rojo.


Aquí estamos en la terraza: tuvimos la suerte de tener una noche templada (cosa rara en Gijón cuando no es verano todavía) y cenamos "al fresco", como a las 11 de la noche.

La sobremesa fue amena, tuvimos cava y helao (algo que siempre quise tener para celebrar la inauguración de una casa desde que vi Todo sobre mi madre) y luego saqué la pipa de mi abuelo Miguel y recuperé la proficiencia que tenía, para fumarla en mis épocas de universitario (¿Qué tiene? ¡A mí siempre me gustó la idea de ser un escritor que fumara pipa!)

Terminamos realmente tarde, pero felices. Mi cocina quedó impecable gracias a mis visitas que insistieron en colaborar con la limpieza y cenamos realmente muy a gusto. Tengo el refrigerador lleno de comida (¡Mmm!) y sobre todo, el contento de que no me falta nada.

En suma, Mister Dalloway estuvo feliz.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Miguel, unos vienen y otros se van, JC y yo salimos el martes hacia Riviera Maya.
Tengo unas ganas locas, ya te contaré a la vuelta.
Si teneis algún consejo de qué visitar se acepta.
B7s

Miguel Cane dijo...

Faraona:

¡Riviera Maya! ¡Qué fantástico! Aunque, me temo, eso no es exactamente México. Es otro país dentro de mi país.

Que se diviertan mucho.
Ya me contarás, mientras nos tomamos unos güisquis en Marina D'Or.

Nadie me quitará mis vacaciones en Castellón.

(jeje)

b7s x 2

Paxton Hernandez dijo...

Pues te camuflajeas bien entre tanto españolito jaja.

Oye, si Santiago sabe de cocina peruana pídele como si tu vida dependiera de ello, que te prepare un platillo que se llama Ají de Gallina. Está de rechupete... MMMmm...Delicioso!

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Terminé allá Todas las fiestas de mañana... WOwowow! Gracias por semejante obsequio.

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La Riviera Maya y Cancún son como colonias gringas jajaj. Saludos!

senses and nonsenses dijo...

y la vida... como un largo río tranquilo.

eestos momentos son los que merecen la pena.

un abrazo.

Anónimo dijo...

Supongo que habrá más cenas en esa terraza ¿verdad amiguín?.
PD.- me gusta la nueva vajilla.

Anónimo dijo...

Por un momento te confundi con diego Rivera...
Todo se ve lindo...
te quiero

Anónimo dijo...

Miguelón!

Esa terraza pinta como para varias cosas.... ´más cenas, poner un telescopio como dices y andar de fisgón (jajaj), asolearte ... y 2 que 3 más que se me ocurren que que para que te cuento!

Muchas felicidades x tu nueva casita y tu vida ahora si totalmente independiente.

Miguel Cane dijo...

Hey, Pax!

Bienvenido.
Si la novela te gustó, te autorizo a escribir algo sobre ella (si tú quieres) en tu blog. Lo importante, es compartir el trabajo; sin lectores no tendría sentido.

Un abrazo fuerte, fuerte.

Miguel Cane dijo...

Senses/Sensei:

Pues sí, un río tranquilo y hermoso.

¿Cuando vendrás?

Abrazos

Miguel Cane dijo...

Amiguín:

Cenas, cañas, copas, fiestas... ¡huy, habrá de todo!

Ya lo verás.

Todo mi cariño a los tres.

M

Miguel Cane dijo...

Hannita,

Sí, yo también me acordé. Es la razón del pantalón, de hecho... no ese Rivera, sino el nuestro, Carlota.

Besos.

Miguel Cane dijo...

Kike, carnalito:

Cuando llegues, será el pretexto ideal para otra fiesta.

¡Ya verás cómo nos la vamos a pasar!

Abrazos muchos hasta allá y besos a Beto y Fernanda.